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anevado2002

Encuentros mensuales con Emilio Carrillo

Actualizado: 20 abr 2022

Breve resumen de los encuentros mensuales .


FEBRERO, MARZO Y YA ¡ABRIL!.


Febrero 2022. Todas las Humanidades y la importancia del momento presente histórico en nuestra evolución como especie. Una descripción detallada de como las cinco humanidades (hasta ahora) fueron dejando a la siguiente y ésta subhumanidad (quinta también) está ya cerrando su proceso y desde la Constitución Septenaria del Hombre, generaliza una vez más como el número 7 conforma el proceso de generación y ya queda vivir desde la mente abstracta.


ENCUENTRO MENSUAL CON EMILIO CARRILLO Febrero 2022 Jueves 3 y 17 “ENTENDER COMO EVOLUCIONA LA HUMANIDAD (LAS HUMANIDADES PASADAS, LA ACTUAL Y LAS QUE VENDRÁN) PARA COMPRENDER LA ENORME IMPORTANCIA DEL PRESENTE MOMENTO HISTÓRICO"

1. CRONOLOGÍA DE LA TIERRA 1.1. Esquema aproximado de la Rondas (“oleadas de Vida” según la Sabiduría Perenne) comparado con las actuales aportaciones de la ciencia geológica y su estudio de los eones de la Tierra (millones de años): 1.2.

1.3. Primera Ronda (3.000-1.200 M. a.C): Eón Arcaico y Eon Proterozoico (Era Paleoproteozoica y Mesoproterozoica). Formación de la Tierra. Primer supercontinente: Vaalbará. Primeras células y comienzo de la fotosíntesis. 1.4. Segunda Ronda (1.200-600 Mi. a.C): Eón Proterozoico (Era Neoproterozoico). Se inicia con la formación del segundo supercontinente: Rodinia. 1.5. Tercera Ronda (600-50 M. a.C ): Eras Paleozoica y Mesozoica (Periodos Triásico, Jurásico y Cretácico). Se inicia con la formación del tercer supercontinente: Pannotia. En el primer Cámbrico se produce una extinción masiva de las formas de vida. En el periodo final de la era Paleozoica se forma el cuarto supercontinente conocido como Pangea (300 Mill a.C) y se produce la extinción masiva del pérmico-triásico, en el que el 95% de las especies desaparecen. La era Mesozoica es la de los dinosaurios, que se desarrollan durante más de 100 millones de años. Al final del Mesozoico, en el Cretacico- Terciario, se produjo la extinción masiva de los dinosaurios. 1.6. Cuarta Ronda (desde hace 50 M.): Era Cenozoica, que es la del ser humano En esta Ronda el intelecto tiene un enorme desarrollo. Las razas hasta entonces mudas adquieren el lenguaje, que va perfeccionándose. En el punto medio de la Cuarta Ronda, en la raza-raíz Atlante, como se examinará seguidamente, la humanidad pasa por el punto axial del ciclo manvantárico menor, alcanzando el punto de máxima densidad material y menor espiritualidad. Durante la primera época de la Era Cenozoica o época del Paleoceno, conviven los restos o reliquias de la Tercera Ronda. 1.6. Esquema del Eón Fanerozóico:


2. HUMANIDADES Y SUB-HUMANIDADES 2.1. La humanidad aparece en el proceso evolutivo de la Madre Tierra en el marco de la Cuarta Ronda y el contexto del Paleógeno, en el inicio de la Era Cenozóica que llega hasta nuestros días. 2.2. Y La humanidad evoluciona a través de siete humanidades o razas-raíz, siendo la actual la quinta: +Primera raza-raíz o Polar. +Segunda raza-raíz o Hiperborea. +Tercera raza-raíz o Lemuriana. +Cuarta raza-raíz o Atlante. +Quinta raza-raíz o humanidad actual.

+Sexta raza-raíz o Búddhica.

+Séptima raza-raíz o Átmica.

2.2. El término “razas” no debe confundirse con las divisiones etnológicas y antropológicas modernas, relativas al color de piel y otras características físicas. La consciencia misma es el factor determinante. Y gran número de pueblos, de diferentes grupos étnicos, constituyen la raza-raíz que actualmente florece en la Tierra. (Rudolf Steinner cambió el término “razas” por “periodos”; y el de “subraza”, por “época cultural”).

2.3. Cada raza-raíz debe recapitular todo el adiestramiento anterior y empezar a concentrarse en un aspecto nuevo; y en cada etapa comienzan a aparecer las señales anunciadoras de una etapa aún más adelantada. Y no cabe afirmar que cada raza y subraza sea superior o inferior a las otras: todas son esenciales para que el alma pueda completar su evolución en autoconsciencia.

2.4. El papel de cada humanidad está relacionado con su aportación evolutiva a la plasmación efectiva de la constitución septenaria del ser humano y cada raza-raíz va proporcionado paulatinamente los componentes que configuran esa constitución.

3. CONSTITUCIÓN SEPTENARIA DEL SER HUMANO 3.1. Todas las corrientes espirituales enseñan que en el ser humano conviven una parte imperecedera –Conductor- y otra perecedera –coche-, siendo esta el vehículo en el que encarna la primera para vivenciar la experiencia humana a través de una cadena de vidas o reencarnaciones, que permiten al alma evolucionar en auto-consciencia o, metafóricamente, ir llenado la lámpara de aceite enunciada por Cristo Jesús en el capítulo 25 del Evangelio de Mateo. +Sobre esta misma base, el cristianismo, por ejemplo, va un poco más allá, identificando lo perecedero con el cuerpo, con todo lo que conlleva, y estableciendo en lo imperecedero dos componentes: el Espíritu y el alma. A esto se refiere san Pablo en la Primera Carta a los Tesalonicenses (5,23) al describir todo nuestro ser como Espíritu, alma y cuerpo. Una percepción trinaria que con estructura de Pneuma, psique y cuerpo también aparece en la filosofía latina –por ejemplo, en las Meditaciones de Marco Aurelio- y, previamente, en la Grecia clásica –verbigracia, en la obra de Platón-. +Pero previo a todo ello es una tradición que muestra una constitución ni dual ni trinaria del ser humano, sino septenaria. En ella, lo imperecedero configura el Yo o Trinario Superior configurado por el Espíritu o Atma (su principal atributo es la Consciencia pura, plasmación primigenia y directa de la divinidad), el Alma Universal o Buddhi y el cuerpo causal o campo energético de mente abstracta donde se halla el alma individual y las relaciones de causa-efecto y tendencias que pasan de una vida a otra. Y lo perecedero conforma el Cuaternario inferior, que incluye el cuerpo físico denso, el cuerpo físico etérico o energético, el ámbito emocional y el aspecto mental derivado de la mente concreta (también en el siguiente epígrafe se entrará en detalles), todo lo cual está asociado al pequeño yo y la personalidad.



3.2. ¿Por qué el patrón septenario? El denominado Principio de Correspondencia o Analogía –recogido en el Corpus hermeticum, colección de 24 textos sagrados escritos en lengua griega que recopilan los axiomas fundamentales de las tendencias herméticas- indica: “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba. Esto se manifiesta en los planos físico, mental y espiritual. Las diferencias son de escala, pero todo guarda analogía, relación y afinidad, respondiendo a un único arquetipo y a un mismo patrón o matriz”. Su contenido nos muestra que del conocimiento de lo de arriba (macro) es posible “deducir” -de un principio general, extraer una verdad particular- lo de abajo (micro); y del conocimiento de lo de abajo (micro), “inducir” –a partir de observaciones y experiencias particulares, extraer el principio general implícito en ellas- lo de arriba (macro). La ciencia y la filosofía aplican este principio por medio de la “ deducción” -método que permite pasar de afirmaciones de carácter general a hechos particulares- y la “inducción” -que va de los hechos particulares a afirmaciones de carácter general-. Paradigmática al respeto es la afirmación de Isaac Newton, en su obra El sistema del mundo, de que “no es lícito dejar de lado la analogía de la naturaleza, pues esta es simple y siempre concuerda consigo misma”. Sabiendo lo anterior, el examen de la composición de la materia que nos rodea, conformada por átomos (mínima cantidad de materia que experimenta cambios químicos, con un núcleo de carga positiva formado por neutrones y protones y, a su alrededor, una nube de electrones de carga negativa) es de gran utilidad para extraer enseñanzas relativas a grandes campos y esferas. En este orden, el análisis científico de la estructura del átomo aporta un dato sumamente importante: un átomo puede presentar hasta un máximo de siete niveles de energía, que son conocidos como números cuánticos principales y se enumeran del 1 al 7, comenzando por el más cercano al núcleo. Más concretamente: los electrones se ubican en la citada nube electrónica a diferentes distancias del núcleo en función de la energía que tengan; un átomo puede tener hasta siete niveles de energía en los que se distribuyen sus electrones; y cada nivel energético tiene una capacidad determinada de albergar electrones y se divide en subniveles, los números cuánticos secundarios. Este hecho pone de manifiesto la existencia de un patrón septenario universal en el ámbito cuántico (micro). Y abre la posibilidad de aplicar el mismo cuando se trata de indagar sobre asuntos mayores (macro). Curiosamente, la ciencia solo conoce este patrón septenario desde comienzos del pasado siglo XX, pero se usa desde tiempos remotos en el contexto de la Sabiduría Primordial o Perenne (definida en 1540 por el destacado humanista italiano Agustino Steuco, en su obra como De perenni philosophia, núcleo común de saber presente en la filosofía y la espiritualidad de toda la humanidad y que se conserva intacto a lo largo de la historia) a la hora de abordar cuestiones tan variadas y profundas como los planos de existencia que existen el universo, la dinámica de despliegue del espíritu y la materia, los ciclos evolutivos de la vida en sus diversas manifestaciones, las etapas de desenvolvimiento de la humanidad o la constitución del ser humano. El arquetipo septenario se aplica, por ejemplo, en la estructura de la Tabla Periódica de los elementos químicos: ordenándolos en un marco de grupos y de siete periodos; y de manera creciente según su número atómico (su número de protones, coincidente por lo general con el de electrones), constatándose que el octavo elemento químico a partir de cualquier otro tiene unas propiedades muy similares al primero. Lo que muestra algún tipo de relación entre la naturaleza de los elementos químicos y la escala de las notas musicales, en donde se produce el mismo patrón.

4. HUMANIDADES Y CONSTITUCIÓN SEPTENARIA 4.1. Cada humanidad, aunque en todas están latentes los siete componentes:

a) recoge aquellos que se han plasmado de forma efectiva en las anteriores; b) desarrolla el componente que la previa forjó de manera aún embrionaria; y

c) empieza a cristalizar de modo todavía primario o incipiente, cual semilla, un nuevo componente que la humanidad posterior desarrollará. +A su vez, las siete sub-razas con las que cuenta cada humanidad: las cinco primeras se centran fundamentalmente en los aspectos “a” y “b” que se acaban de reseñar; y las dos últimas, en “c”.

4.2. Con este telón de fondo, se puede sintetizar así la función evolutiva de cada raza-raíz en interacción con la constitución septenaria del ser humano:

+Primera Raza: Fue etérica. Y puso la semilla del cuerpo físico. +Segunda Raza: Hizo suyo el cuerpo etérico, desarrolló la configuración física y la hizo realidad, aunque se trató todavía de una corporeidad poco densa (por ejemplo, carecía de estructura ósea y de división sexual), y sembró la semilla de lo emocional. +Tercera Raza: Tomó el legado etérico y físico -un cuerpo similar ya al actual y con división de sexos, aunque de mayor talla y envergadura-, plasmó lo emocional y dejó como semilla la mente concreta o nivel inferior del ámbito mental. +Cuarta Raza: Recogió la constitución etérica, física y emocional, maduró la mente concreta y puso la semilla de la mente abstracta o nivel superior del plano mental. +Quinta Raza o humanidad actual: Hace suyo los componentes etérico, físico, emocional y mental ligado a la mente concreta; ha de desarrollar y hacer realidad la mente abstracta; y debe sembrar la semilla del componente búddhico. +Sexta Raza: Recogiendo todo lo consolidado por las anteriores, deberá desplegar plenamente lo búddhico y poner la semilla del componente átmico.

+Séptima Raza: Desarrollará lo átmico y dará fin al proceso descrito.

4.3. Las siete humanidades; aproximación básica +Primera raza-raíz o periodo Polar: Consolida una modalidad de vida etérica y, de manera embrionaria, el componente físico. Desarrolla el sentido del oído. +Segunda raza-raíz o periodo Hiperboreo: Configura una forma de vida física aún muy sutil y etérica; y forja, de modo primario, el componente emocional. Configura el sentido del tacto. +Tercera raza-raíz o periodo Lemuriano: Hace suya la constitución etérica, física (el cuerpo físico se hace denso y da lugar a razas de gigantes, apareciendo en la tercera subraza la división de sexos) y emocional, consolida esta última y forma de manera primaria el componente mental en su nivel inferior o mente concreta. A comienzos de esta tercera raza raíz aparecieron cuerpos físicos densos en lo que, fijada ya la diferenciación sexual a nivel etérico, se plasmó esta polaridad: primero con formas de vida hermafroditas; y mucho más tarde, hace unos 18 millones de años, se alcanzó la separación entre los sexos, que quedando configurados cuerpos semejantes a los que ahora usamos, aunque de mucha mas talla y envergadura. Hace suyo el sentido de la vista. +Cuarta raza-raíz o periodo Atlante: Recoge la constitución etérico, física, emocional y mental inferior, consolida este último ámbito y plasma de manera todavía incipiente el componente mental superior. El desarrollo de la mente analítica y del lenguaje vinieron, pues, con esta cuarta raza raíz. Despliega el sentido del olfato. El declive de la humanidad atlante comenzó hace 750.000/800.000 años debido a las catástrofes naturales derivadas de una inversión de los polos magnéticos. No obstante, esa civilización sobrevivió, venida muy a menos, hasta hace unos 12.000 años. Y sí hay algunas evidencias, más allá de menciones en obras como los Diálogos de Platón, de su presencia. Lo curioso es que estas evidencias son estudiadas sobre todo por personas que consideran que su origen se debe a la presencia en la Tierra de extraterrestres. Es interesante al respecto los primeros episodios de la segunda temporada de la serie Alienígenas, del Canal Historia (https://canalhistoria.es/programas/alienigenas- 2/), porque ofrece una magníficas imágenes de parte de esos restos. +Quinta raza-raíz o humanidad actual: Hace suya la constitución etérica, física, emocional y mental, tanto inferior como superior, desarrolla este último aspecto (que es el espacio energético del cuerpo causal, donde radica el alma individual) y da forma embrionariamente a las capacidades intuicionales, en sentido amplio, ligadas al componente búddhico. Está todavía impregnada por la consciencia Atlante: la actitud materialista que ha imperado tanto tiempo no está muy alejada de la que hizo caer el telón cósmico sobre la civilización anterior. No obstante, también en esta raza-raíz sale un grupo de almas que hacen grandes avances y es precursora de una nueva raza. Desarrolla el sentido del gusto. +Sexta raza-raíz o Búddhica: Recoge la constitución configurada por las razas precedentes, desarrolla el componente búddhico y pone la semilla para la cristalización del ámbito átmico. Desplegará la percepción etérica. +Séptima raza-raíz o Átmica: Concluye la constitución septenaria, haciendo suyo todo lo aportado por las humanidades anteriores y desarrolla el componente Átmico. Hará patentes todas las facultades latentes del ser humano: super-hombre o “Hijo del Hombre”.

El ser humano no procede de los animales Como se deduce de lo enunciado, el ser humano no procede de la evolución de los animales, sino que tiene una línea evolutiva propia por la que el alma individualizada va ganando en auto-consciencia por medio de múltiples reencarnaciones en las sucesivas humanidades. Cada una de estas tiene como misión plasmar efectivamente uno de los componentes de la constitución septenaria del ser humano, culminando el proceso con la séptima humanidad, que hará plena tal plasmación desde el mando consciente del Espíritu.

4.4. Temporalización de las humanidades hasta ahora (Ver Mapas anexos, extraídos del libro “The Story of Atlantis & The Lost Lemuria” de W. Scott-Elliot) +Primera: Eoceno. +Segunda: Oligoceno. +Tercera: Mioceno. +Cuarta: Plioceno y Pleistoceno. +Quinta: Pleistoceno, Holoceno y Antropoceno.


5. SOBRE LA HUMANIDAD ACTUAL 5.1. De la quinta a la sexta humanidad +La humanidad actual, quinta raza-raíz, se acerca a la transición de la quinta a la sexta subraza. Por tanto: a) Se han consolidado todos los componentes del cuaternario inferior de la constitución septenaria (etérico, físico, emocional y mental inferior). b) Se ha desarrollado la mente abstracta, íntimamente relacionada con el cuerpo causal (alma individual). c) Y corresponde generar la semilla del componente Búddhico que será plasmado por la sexta raza-raíz. +Es por esto que el paso de la quinta a la sexta subraza de esta quinta raza supondrá un importantísimo paso evolutivo. Y dado que la sexta subraza deberá desarrollar la semilla búddhica, las almas individuales encarnadas en ella habrán de tener el nivel adecuado de evolución en auto-consciencia, no siendo posible que almas de nivel inferior convivan con ellas, pues ello haría imposible tal labor de siembra. Esto plantea el escenario de “corte” que se examinará en el epígrafe final.

5.2. La Era Axial y el desarrollo de la mente abstracta +Karl Jaspers, a partir de los tres volúmenes de su obra Filosofía, definió como Era Axial (La Gran Transformación, en la acepción aportada por Karen Armstrong en su libro así titulado) a un fecundo periodo histórico, aproximadamente del 800 al 200 a.c., en el que, de manera simultánea y sin conexión visible entre sí, surgieron grandes sabios que, en los ámbitos espiritual, filosófico y científico, definieron una línea trascendente de reflexión, pensamiento y acción muy similar en tres zonas geográficas ubicadas entre los paralelos 20 y 40 del hemisferio planetario: China (con el taoísmo, confucianismo, moísmo y las Cien Escuelas de pensamiento); la India (con las derivaciones de los textos védicos, los Upanishad, brahmanismo, budismo, jainismo, yoga...); y el área comprendida entre Oriente Medio (zoroastrismo...); y el Mediterráneo helénico (los grandes filósofos griegos) y hebreo (los profetas del judaísmo). +Las generaciones posteriores jamás han dejado de beber de estas fuentes primigenias. Es ahí, en esos lugares y a lo largo de esos 600 años, donde nace lo humano tal como hoy lo concebimos: el hombre se hace consciente de sí mismo y de sus limitaciones; toma protagonismo la actividad reflexiva y los filósofos aparecen en público por primera vez en la historia; y, gracias a ello, surgen todas las corrientes sobre las que se asienta el pensamiento contemporáneo.

+Se trata, por tanto, de una fase histórica en la que emergen y convergen brillantes personajes, verdaderos rayos de sabiduría, que, lejos de cualquier fanatismo, hacen suyo los conocimientos legados hasta entonces por otros, los expanden y elevan en sus contenidos e implicaciones y ponen todo ello a disposición de las generaciones futuras, colocando los cimiento para una potente expansión de la mente abstracta en la humanidad y dando lugar al núcleo central sobre el que pivota la capacidad de introspección y análisis hasta nuestra era. Y esto a pesar de que ni Jaspers, ni otros eruditos interesados en el asunto, han podido vislumbrar ninguna explicación, razón o vínculo aparente para un suceso tan colosal; ni ninguna interconexión entre los pueblos mediterráneos, India y China durante esa época. 5.3. Una “autopista” a disposición de nuestra evolución en consciencia +Por tanto, la consolidación de la mente abstracta es una gran aportación de la actual humanidad al proceso evolutivo de la humanidad en su globalidad. +Y los seres humanos estamos llamados hoy a utilizar todas sus potencialidades, que conforman un camino para nuestro avance espiritual más directo y certero que los usados cuando le mente abstracta no había tomado cuerpo entre nosotros. Verbigracia, las prácticas de estados alterados de consciencia (rituales y ceremonias, invocaciones, ingestión de sustancias, técnicas de sublimación etérico-energética y emocional...) y las ancladas en la mente concreta (aferramiento al intelecto y al conocimiento puramente intelectual...), muy ligadas, por sus contenidos, a lo etérico, lo emocional y el nivel mental inferior. +Metafóricamente expresado, circular por estas vías es como ir por carreteras secundarias cuando ya está abierta y a nuestra disposición la autopista de la mente abstracta para avanzar en nuestra evolución en auto-consciencia.

6. EL “CORTE” 6.1. El final de esta generación humana +En cuanto al escenario de “corte” citado en apartados precedentes, distintas tradiciones espirituales enseñas que el mismo tendrá lugar por primera vez en el proceso evolutivo, habiendo almas que lo superarán –continuarán así su camino hacia la sexta raza- y otras que no –quedarán es estado de espera de una nueva oleada de vida-. Esto es lo que indica Cristo Jesús cuando afirma que ha venido no traer la paz, sino la espada (Evangelio de Mateo 10:34), así como en el capítulo 24 del Evangelio de Mateos cuando al hablar del final de esta generación (quinta raza-raíz) indica de dos mujeres estarán en el molino y una seguirá estado y otra no. +Atendiendo a lo que Cristo Jesús señala en el capítulo citado: a) No sabemos ni el día ni la hora: ciclos y super-ciclos. b) Los Tiempos de la Desolación: los “males” de siempre, pero con más intensidad que nunca. c) La Gran Tribulación: no solo supondrá un incremento, en comparación incluso con los Tiempos de la Desolación, de los males de siempre, sino que a estos se sumarán hechos y circunstancias de abominación nunca antes vividos.

d) El Triunfo de la Bestia o Anticristo: tendrá todo el poder a escala planetaria y lo ejercerá de manera abominable. e) La Parusía y advenimiento de una nueva humanidad. +Corte: Parábola del trigo y la cizaña (Evangelio de Mateo, 13:24...).

5.2. La nueva humanidad +Reiterando lo ya expuesto, cada raza raíz tiene siete sub-razas. Y antes de que una raza raíz desaparezca, conviviendo con sus últimas sub-razas –la sexta y la séptima-, ya están presente seres humanos con las características, dada su evolución en consciencia, de las primeras sub-razas –la primera y la segunda- de la siguiente raza raíz. +Estamos actualmente en un estadio avanzando de la quinta sub-raza de la quinta raza. En el tramo final de esta, en el que estamos a punto de entrar, habrá personas que, por su estado de consciencia, ya tengan las características evolutivas de la nueva raza raíz. Ellas serán el puente entre la vigente raza raíz y la sexta que la sucederá. +Y la sexta raza raíz será una nueva humanidad que, por su forma de vida, se asemejará a la descrita por muchas utopías, una humanidad evolucionada en consciencia que habrá dejado atrás los sistemas de creencias, paradigmas, comportamientos y hábitos basados en el egoísmo y el egocentrismo, con todo lo que esto conlleva e implica. :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: PRÓXIMO ENCUENTRO MENSUAL ONLINE Marzo 2022: Jueves 3 (Exposición) y 17 (Respuesta a preguntas) “EL CAMBIO CLIMÁTICO: UNA APROXIMACIÓN CONSCIENTE” :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: :::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::: +Si deseas recibir información periódica de las actividades de La Academia de la Consciencia y de Emilio Carrillo a través de su Grupo de Difusión de WhatsApp y/o Telegram, enviar un mensaje, indicando tu nombre, a su móvil: 609 451 052 ::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

LEMURIA EN SU APOGEO




LEMURIA EN SU ÚLTIMO PERIODO





ATLÁNTIDA EN SU APOGEO (hace un millón de años)



ATLÁNTIDA EN SU FASE FINAL (Tras la catástrofe de hace 80.000 años y con la supervivencia de la isla Poseidonis, sumergida en el 9.564 a.C.)




VIEJAS Y NUEVAS FORMAS EN EL SENDERO ESPIRITUAL Emilio Carrillo 1. Planteamiento En el mundo espiritual y de la consciencia continúa habiendo una tendencia bastante generalizada a repetir antiguas formas de avance por el Sendero, muy especialmente las ligadas a prácticas de estados alterados de consciencia, en sentido amplio (rituales y ceremonias, invocaciones, ingestión de sustancias, técnicas de sublimación etérico-energética y emocional...), y las ancladas en la mente concreta (aferramiento al intelecto y al conocimiento puramente intelectual...). Todas ellas y otras muchas tuvieron su razón de ser en un determinado punto evolutivo -de evolución en consciencia de la humanidad, en general, y en auto-consciencia de nuestras almas individualizadas, en particular-, pero que no se ajustan a lo que requiere el momento presente: ni se adecuan a lo que hoy corresponde a la humanidad; ni cuadran con nuestro devenir álmico. Para entenderlo con el rigor que el tema merece, hay que abordar, aunque sea muy brevemente, seis asuntos: +La constitución septenaria del ser humano. +El discurrir evolutivo de la humanidad a través de diferentes “humanidades”, que se van sucediendo en el contexto de la cronología y el tiempo lineal que percibimos en este plano material. +La interrelación entre los dos puntos anteriores. +La importancia de la expansión de la mente abstracta en el momento presente de la humanidad. +La confusión que existe actualmente en el ámbito de la consciencia y la espiritualidad por la ignorancia sobre todo lo precedente. +Y la distinción entre la evolución del ser humano como especie y evolución espiritual.

2. La constitución septenaria del ser humano La ciencia actual nos dice que una cosa es la apariencia y otra la esencia. No siempre ha sido así. Como ha se ha apuntado en páginas anteriores, hubo un tiempo en que la ciencia estaba muy pegada a la apariencia, a lo material, y lo que no tuviera que ver con lo material no era computado en los contextos científicos. Los sesudos investigadores rehuían los temas, incluso a los individuos, que no se limitaran el sota, caballo y rey de los elementos materiales. Esto ha pasado a la historia. Fueron determinantes aportaciones como la de los físicos cuánticos en el siglo XX, que abrieron nuevas puertas y novedosos campos y aportaron una nueva comprensión en el ámbito científico. Así, la ciencia sí sostiene hoy la idea de que una cosa es la apariencia y otra la esencia. Esta misma idea la han mantenido muchos filósofos y filósofas a lo largo de la historia, de Lao-Tse a Hipatia, de Pitágoras a Hildegarda de Bingen.

Esta distinción también ha estado presente en todas las corrientes espirituales serias, que nos han animado a ir más allá de lo que pueden percibir nuestros sentidos corpóreo-mentales. Porque hay algo más que no solamente es más profundo, sino también más real que aquello que perciben dichos sentidos. De esta manera, en el proceso de conocimiento de nosotros mismos vamos recordando y experimentando que somos mucho más que nuestro cuerpo y nuestra personalidad.

En este marco, las corrientes espirituales enseñan que en el ser humano conviven una parte imperecedera y otra perecedera, siendo esta el vehículo en el que encarna la primera para vivenciar la experiencia humana a través de una cadena de vidas o reencarnaciones, que permiten al alma evolucionar en auto- consciencia o, metafóricamente, ir llenando la lámpara de aceite enunciada por Cristo Jesús en el capítulo 25 del Evangelio de Mateo. Sobre esta misma base, el cristianismo, por ejemplo, va un poco más allá, identificando lo perecedero con el cuerpo, con todo lo que conlleva, y estableciendo en lo imperecedero dos componentes: el Espíritu y el alma. A esto se refiere san Pablo en la Primera Carta a los Tesalonicenses (5,23) al describir todo nuestro ser como Espíritu, alma y cuerpo. Una percepción trinaria que, con estructura de Pneuma, psique y cuerpo, también aparece en la filosofía latina –por ejemplo, en las Meditaciones de Marco Aurelio- y, previamente, en la Grecia clásica –verbigracia, en la obra de Platón-. Pero existe una tradición que antecede a todo ello y que muestra una constitución ni dual ni trinaria del ser humano, sino septenaria. En esta, lo imperecedero configura el Yo o Trinario Superior configurado por: el Espíritu o Atma (su principal atributo es la Consciencia pura, plasmación primigenia y directa de la divinidad); el Alma Universal o Buddhi; y el cuerpo causal o campo energético de mente abstracta donde se halla el alma individual y las relaciones de causa-efecto y tendencias que pasan de una vida a otra. Y lo perecedero conforma el cuaternario inferior, que incluye: el cuerpo físico denso; el cuerpo vital o etérico o energético; el ámbito emocional y el aspecto mental derivado de la mente concreta, todo lo cual está asociado al pequeño yo y la personalidad.

El conocimiento relativo a la constitución septenaria lo han atesorado distintas corrientes espirituales a lo largo de la historia de la humanidad. Ahora bien, hasta fechas bastante recientes se ha conservado dentro del ámbito de la sabiduría que era transmitida solo a los iniciados de dichas corrientes, por considerarse demasiado potente para ser objeto de difusión general. Se mantuvo en los círculos iniciáticos de los brahmanes hindúes, o como uno de los secretos más bien guardados de los rosacruces, o en las primeras logias de la masonería... Fue en las décadas postreras del siglo XIX cuando este conocimiento empezó a exponerse públicamente, puesto que se estimó que la humanidad había llegado a un punto en su estadio evolutivo en que le resultaba conveniente disponer de esta información. Resulta curioso, sin embargo, el hecho de que el detonante de la difusión fue una circunstancia muy concreta, tal como expone Arthur Robson en su libro Man and his seven principles: la necesidad de aclarar qué componentes de un ser humano fallecido pueden manifestarse en el plano físico en las sesiones de espiritismo. ¿Se trata de su alma? ¿O bien esta entra en el plano de luz y lo que se manifiesta son elementos remanentes de la personalidad? La primera persona en divulgar el conocimiento relativo a la constitución septenaria fue Helena Blavatsky por medio de un trabajo aparecido en la revista The Theosophist en agosto de 1882. Ahondó al respecto en La doctrina secreta, publicada en 1888; más adelante, en La clave de la teosofía, de 1889; y, finalmente, en Instrucciones esotéricas (1889-1891). A sus aportaciones hay que sumar las de autores como Eliphas Lévi, en Las paradojas de la alta ciencia (1883), o A. P. Sinnett, en El budismo esotérico (1883). Por fin, con todo este bagaje, Annie Besant, en La sabiduría antigua (1898), hace la presentación de la constitución septenaria que se ha erigido en el principal referente al respecto y se resumió en el cuadro precedente. Y con la constitución septenaria como telón de fondo, se percibe y comprende mucho mejor el objetivo del Sendero espiritual sobre el que hemos compartido en páginas precedentes: avanzar paso a paso hacia una vida cada vez más coherente con lo que auténticamente somos –el Yo Superior y, en su contexto, el Espíritu o Atma-, en lugar de mantenernos identificados con los componentes pereceros y la personalidad: pasar de vivir aferrado al cuaternario inferior a hacerlo desde el Espíritu o Esencia divina que constituye nuestra auténtica naturaleza. Esta es nuestra vocación evolutiva, el genuino fruto del Sendero espiritual que han plasmado hasta ahora unas pocas figuras insignes como Buda Gautama o Jesús de Nazaret, de ahí precisamente el apelativo de “Hijo del hombre” que se le dio. Friedrich Nietzsche lo describió de manera tan intensa como hermosa: “El hombre es una cuerda tendida entre el animal y el superhombre, una cuerda sobre un abismo (...) La grandeza del hombre está en ser un puente y no una meta: lo que en el hombre se puede amar es que es un tránsito y un ocaso” (Prólogo de Así habló Zaratustra).

3. El discurrir evolutivo de la humanidad a través de diferentes “humanidades” La Sabiduría Primordial y Perenne, sobre la que ya hemos compartido, enseña que lo que llamamos humanidad se despliega y desenvuelve evolutivamente por medio de siete humanidades o “razas-raíz”. En este orden, el término “razas” no debe confundirse con las divisiones etnológicas y antropológicas modernas, las cuales tienen que ver con el color de la piel y varias otras características físicas. La consciencia misma, no la forma o el color, es el factor determinante. Y gran número de pueblos, de diferentes grupos étnicos, constituyen la raza-raíz que actualmente florece en la Tierra, que es la quinta “humanidad”, habiéndole precedido cuatro y quedando dos por venir. Concretamente, cada raza-raíz –cada una se subdivide, a su vez, en siete “subrazas”- debe recapitular todo el adiestramiento anterior adquirido por las humanidades precedentes y empezar a concentrarse en un aspecto nuevo; y en cada etapa comienzan a aparecer las señales anunciadoras de una etapa aún más adelantada. Y no cabe afirmar que cada raza y subraza sea superior o inferior a las otras: todas son esenciales para que el alma individualiza presente en cada ser humano pueda completar su evolución en autoconsciencia: el niño que entra al primer grado tiene en potencia todo lo que el graduado será; y la graduación es simplemente la realización de ese potencial.

Y una raza raíz existe mientras haya almas que necesiten dominar las “lecciones” que ella suministra. Cumplido esto, la raza muere y la humanidad pasa a la fase siguiente. Y así, detrás del ascenso y caída de civilizaciones, del surgimiento de grandes personajes y de la formación y destrucción de continentes puede discernirse el gran Plan que siempre está relevando gradualmente su belleza y cumpliendo su propósito a través de vastos procesos de educación cósmica. Acudiendo nuevamente a la Sabiduría Primordial y sin Edad, estas son las siete razas-raíz que conforman el proceso evolutivo de la humanidad: 1a Polar. 2a Hiperbórea. 3a Lemuriana. 4a Atlante. 5a Aria (humanidad actual)

6a Búddhica. 7a Átmica.

4. La interrelación entre los dos puntos anteriores El papel de cada raza-raíz está íntimamente relacionado con su aportación evolutiva a la constitución septenaria del ser humano. De hecho, cada raza-raíz va proporcionando paulatinamente los cuerpos que configuran tal constitución septenaria. Así, cada raza-raíz, aunque en todas están latentes los siete componentes: a) recoge aquellos que se han plasmado de forma efectiva en todas las anteriores; b) desarrolla el componente que la raza-raíz previa forjó de manera aún embrionaria; y c) empieza a cristalizar de modo todavía primario o incipiente, cual semilla, un nuevo componente que la raza-raíz posterior desarrollará. A su vez, en cuanto a las siete subrazas con las que cuenta cada raza: las cinco primeras se centran fundamentalmente en los aspectos “a” y “b” que se acaban de reseñar; y las dos últimas, en “c”. Con este telón de fondo, se puede sintetizar así la función evolutiva de cada raza-raíz en interacción con la constitución septenaria del ser humano: +Primera Raza: Fue etérica. Y puso la semilla del cuerpo físico.


+Segunda Raza: Hizo suyo el cuerpo etérico, desarrolló la configuración física y la hizo realidad, aunque se trató todavía de una corporeidad poco densa (por ejemplo, carecía de estructura ósea y de división sexual), y sembró la semilla de lo emocional.

+Tercera Raza: Tomó el legado etérico y físico -un cuerpo similar ya al actual y con división de sexos, aunque de mayor talla y envergadura-, plasmó lo emocional y dejó como semilla la mente concreta o nivel inferior del ámbito mental.

+Cuarta Raza: Recogió la constitución etérica, física y emocional, maduró la mente concreta y puso la semilla de la mente abstracta o nivel superior del plano mental.

+Quinta Raza o humanidad actual: Hace suyo los componentes etérico, físico, emocional y mental ligado a la mente concreta; ha de desarrollar y hacer realidad la mente abstracta; y debe sembrar la semilla del componente búddhico.

+Sexta Raza: Recogiendo todo lo consolidado por las anteriores, deberá desplegar plenamente lo búddhico y poner la semilla del componente átmico.

+Séptima Raza: Desarrollará lo átmico y dará fin al proceso descrito.

5. La importancia en la actualidad de la expansión de la mente abstracta En estos momentos, la humanidad actual, quinta raza-raíz, se acerca a la transición de la quinta a la sexta subraza. Por tanto, se han consolidado todos los componentes del cuaternario inferior de la constitución septenaria (etérico, físico, emocional y mental inferior); se ha desarrollado la mente abstracta, íntimamente relacionada con el cuerpo causal (alma individual); y corresponde generar la semilla del componente búddhico que será plasmado por la sexta raza-raíz. Es por esto que, el paso de la quinta a la sexta subraza de esta quinta raza supondrá un importantísimo paso evolutivo: la sexta subraza será la primera que empiece a vivir desde el Trinario Superior y sin la identificación/fascinación con el cuaternario inferior que ha caracterizado esencialmente todas las fases anteriores. Y dado que la sexta subraza, junto con la séptima, deberán sembrar esta semilla búddhica, las almas individuales encarnadas en ellas habrán de tener el nivel pertinente de evolución en auto- consciencia, no siendo posible la convivencia con almas de nivel inferior y aferradas todavía al cuaternario inferior, pues ello haría imposible tal labor de siembra. De ahí que, como enseñan distintas tradiciones espirituales, tendrá lugar por primera vez un “corte” selectivo en el proceso evolutivo, habiendo almas que lo superarán –continuarán así su camino hacia la sexta raza- y otras que no. Esto es lo que enseña Cristo Jesús en el capítulo 24 del Evangelio de Mateos, cuando, al hablar del final de esta “generación” (quinta raza-raíz), indica: “Dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro no; dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra no”. Lo que está estrechamente ligado con la diferenciación entre las vírgenes “prudentes” y “necias” que realiza en el capítulo siguiente del mismo Evangelio. Pero en lo que aquí nos ocupa y motiva este conjunto de reflexiones, el avance espiritual en los tiempos que corren sin quedar atrapados en las antiguas formas, lo que interesa recalcar es el hecho de que la humanidad actual ha desplegado la mente abstracta, lo que abre nuevas vías y posibilidades que no se tenían en periodos anteriores. Más específicamente, la plasmación de la mente abstracta se produjo en el contexto de la quinta subraza hace más de dos mil años. Sucedió especialmente en lo que Karl Jaspers, a partir de los tres volúmenes de su obra Filosofía, definió como “Era Axial” (“La Gran Transformación”, en la acepción aportada por Karen Armstrong en su libro así titulado), un fecundo periodo histórico, aproximadamente del 800 al 200 a.c., en el que, de manera simultánea y sin conexión visible entre sí, surgieron grandes sabios que, en los ámbitos espiritual, filosófico y científico, definieron una línea trascendente de reflexión, pensamiento y acción muy similar en tres zonas geográficas ubicadas entre los paralelos 20 y 40 del hemisferio planetario: +China: con el taoísmo, confucianismo, moísmo y las Cien Escuelas de pensamiento; +la India: con las derivaciones de los textos védicos, los Upanishad, brahmanismo, budismo, jainismo, yoga...; y +el área comprendida entre Oriente Medio (zoroastrismo...) y el Mediterráneo helénico (los grandes filósofos griegos) y hebreo (los profetas del judaísmo). Las generaciones posteriores jamás han dejado de beber de estas fuentes primigenias.Es ahí, en esos lugares y a lo largo de esos 600 años, donde nace lo humano tal como hoy lo concebimos: el ser humano se hace consciente de sí mismo y de sus limitaciones; toma protagonismo la actividad reflexiva y los filósofos aparecen en público por primera vez en la historia; lo mitológico y simbólico pierde protagonismo frente a lo introspectivo, deductivo e inductivo; y surgen todas las corrientes sobre las que se asienta el pensamiento contemporáneo. Se trata, por tanto, de una fase histórica en la que emergen y convergen brillantes personajes, verdaderos rayos de sabiduría, que, lejos de cualquier fanatismo, hacen suyo los conocimientos legados hasta entonces por otros, los expanden y elevan en sus contenidos e implicaciones y ponen todo ello a disposición de las generaciones futuras, situando los cimientos para una potente expansión de esa mente abstracta que venía como semilla de la cuarta raza-raíz y la quinta subraza de la presente quinta ha hecho así realidad.

6. La confusión es grande Como se deduce de lo enunciado en los apartados previos, la mente abstracta es la gran aportación de la actual humanidad al proceso evolutivo de la humanidad en su globalidad. Y los seres humanos estamos llamados hoy a utilizar todas sus potencialidades, que conforman un camino para nuestro avance espiritual más directo y certero que los usados cuando le mente abstracta no había tomado cuerpo entre nosotros. Verbigracia, las prácticas de estados alterados de consciencia (rituales y ceremonias, invocaciones, ingestión de sustancias, técnicas de sublimación etérico-energética y emocional...) y las ancladas en la mente concreta (aferramiento al intelecto y al conocimiento puramente intelectual...) citadas páginas atrás, muy ligadas, por sus contenidos, a lo etérico, lo emocional y el nivel mental inferior. Metafóricamente expresado, circular por estas vías es como ir por carreteras secundarias cuando ya está abierta y a nuestra disposición la autopista de la mente abstracta para avanzar en nuestra evolución en auto- consciencia. Es así como podemos dar cauce a nuestra necesidad de avance espiritual en los tiempos que corren sin quedar atrapados en las antiguas formas. De hecho, estamos en el momento de poder alcanzar, en el sentido y con los contenidos que ya ha han sido expuestos, el estado de dominio sobre la mente abstracta, transformándonos, según las antiguas tradiciones, en unos adeptus. Eso si, hay que recorrer el Sendero que lo plasma. Y este Camino no esta predeterminado, sino solo esbozado, y se hace y se construye con el propio andar. No en balde, las revelaciones verdaderas ocurren en los planos interiores, siendo el secreto sobre las mismas uno de los principios por los que se puede seguir avanzando en el contexto de los procesos de iniciación. En lo relativos a estos, la confusión es grande en un mundo lleno de distopías y donde casi ocho mil millones de almas encarnadas en seres humanos viven en esta época experiencias, situaciones y circunstancias auténticamente cruciales para su evolución en autoconsciencia. Sucintamente expuesto, se puede afirmar que dos son las causas más comunes de confusión. Por un lado, la ya reseñada en páginas precedentes: la obstinación en seguir marchando por las “carreteras secundarias” de las prácticas ligadas a lo etérico, lo emocional y el nivel mental inferior (tanto los estados alterados de consciencia -rituales y ceremonias, invocaciones, ingestión de sustancias, técnicas de sublimación etérico-energética y emocional...- como las ancladas en la mente concreta -aferramiento al intelecto y al conocimiento puramente intelectual-) cuando tenemos ya a nuestra disposición la “autopista” de la mente abstracta. Y por otro: la falta de suficiente toma de consciencia acerca de que una cosa es la evolución del ser humano como especie –sus componentes físicos y biológicos, su mundo emocional y sus deseos, su ámbito mental y sus capacidades intelectuales, su estilo de vida, etcétera- y otra bien distinta su evolución espiritual. Dada la importancia y repercusiones de esta confusión en los procesos de iniciación, merece la pena que nos detengamos en ello.

7. Evolución del ser humano como especie y evolución espiritual A este respecto, es bien sabido que la humanidad, como especie, está en constante evolución. Se evidencia, como ya se constató, en el discurrir evolutivo de la humanidad a través de diferentes “humanidades”. Y sin entrar en tantas profundidades, es obvio, por ejemplo, que el uso y difusión masiva de las nuevas tecnologías, derivadas de la revolución tecnológica puesta en marcha hace pocos lustros, está modificando los hábitos y conductas de las personas; el modo de concebirnos a nosotros mismos, el mundo y la realidad; y elementos específicos del cerebro y su dinámica operativa. Todo lo cual, en el largo plazo, provocará cambios significativos en la manera de vivir, el carácter y la forma de pensar de la especie humana. Tal como muestran textos y estudios antiguos y modernos, esta evolución del ser humano como especie implicará el desarrollo de un nuevo sentido, que se añade a los cinco tradicionales. Siempre ha habido gente con ese nuevo sentido a flor de piel, pero se ha tratado de una minoría. La novedad radica en que el nuevo sentido estará presente y activo, lo empieza a estar ya, en un número significativo y creciente de personas –al inicio solo de manera testimonial, aunque se hará cada vez más patente-. ¿En qué consiste este nuevo sentido? En la posibilidad de percibir el campo etérico y el plano astral. No es este el marco para ahondar al respecto, pero en casi todas las tradiciones espirituales serias -normalmente en sus círculos más internos, místicos o esotéricos- se hace mención a que la vida del ser humano no discurre solo en el plano físico, sino también en los planos astral y mental. Tal como el oxidano (compuesto químico inorgánico formado por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno: H2O) está presente en la Tierra en estado sólido (hielo), liquido (agua) y gaseoso (vapor de agua), igualmente el ser humano vive en el plano físico (lo hace por medio de su cuerpo físico), en el plano astral (a través de su aspecto o vehículo emocional) y en el plano mental (mediante su ámbito o cuerpo mental). Esto pasa desapercibida para la inmensa mayoría de la gente, que mantiene su consciencia completamente enfocada en el plano físico y solo a veces, por la noche, mientras el cuerpo físico duerme, la traslada al plano astral y se dice entonces que hacemos “viajes astrales” (realmente no es un “viaje”, pues siempre estamos en conexión con tal plano por medio del vehículo emocional). Los pocos que se han percatado de esto y han conseguido mover su consciencia a voluntad de un plano a otro, nos han proporcionado valiosa información sobre cada uno y nos han indicado, por ejemplo, que en el plano físico coexiste un campo etérico (de hecho, junto al cuerpo físico denso, tenemos un cuerpo físico etérico también denominado “doble corpóreo”); o que en el plano astral cabe distinguir entre un nivel superior y más sutil y otro inferior y de menor frecuencia vibracional. Pues bien, como antes se apuntaba, el nuevo sentido, que se hará cada más presente en el ser humano como consecuencia de su evolución como especie, consiste en percibir, expresado coloquialmente, el campo etérico y el plano astral. Lo que implica, a su vez, el arranque y activación de una serie de facultades psíquicas que ya comienzan a experimentar bastantes personas. A modo de ejemplo: +Lo que hoy se llama clarividencia (verbigracia, contactos con el más allá).

+Percepciones difusas acerca del futuro. +Vislumbres y reminiscencias sobre el pasado. +Movilización de diversas energías. +Curaciones y sanaciones. +Otras capacidades que comúnmente se califican como paranormales.

Ante la aparición y desarrollo de estas facultades, se nos ha enseñado, desde los Yoga-Sutras de Patanjali y aún antes, que resulta primordial adquirir fundamentos para su adecuada ejercitación mediante el estudio riguroso y la experimentación consciente acerca de lo que se está haciendo y se pone en acción. No son un juego ni un divertimiento; y han de ser utilizadas con sentido común y responsabilidad. En este orden, desde tiempos antiguos se nos ha advertido de la importancia de lo siguiente:

+No obcecarse con estas facultades, evitando quedar abducidos por ellas y por el mundo fenomenológico. +No confundirlas con el desarrollo espiritual, que, como ahora se constatará, va por otro lado.

+No efectuar prácticas de estados alterados de consciencia, sea cual sea el medio o procedimiento para conseguirlo.

+No caer en el psiquismo, frecuentemente debido a las influencias en nosotros del plano astral inferior cuando estamos en estados emocionales perturbados, cargados y densificados. +Unido a lo anterior, ser cautos con asuntos tan delicados y transcendentes como la energía Kundalini o los Registros Akáshicos, cuya apertura y uso solo debe hacerse cuando se ha avanzado notablemente en el Sendero espiritual (en caso contrario, sus efectos puede ser muy nocivos desde el punto de vista físico y consciencial).

+Y, por supuesto, no hacer negocio al ejercer y compartir facultades como las descritas.

Y junto a la evolución como especie de la que todo expuesto deriva, los seres humanos también estamos en evolución espiritual. Más específicamente, el alma individual de cada cual va adquiriendo y ganando auto-consciencia por las experiencias desplegadas en cada una de las vidas o reencarnaciones de la cadena de vidas en la que se plasma nuestra encarnación en el plano humano. Y el paulatino avance en auto-consciencia permite: +Un mejor conocimiento de nosotros mismos y de la realidad que nos circunda. +El cese de la identificación con lo que solo somos de manera pasajera y perecedera: el pequeño yo -físico, emocional y mental- y la personalidad a él asociada. +El recuerdo de lo que genuinamente constituye nuestro verdadero ser y de nuestra auténtica naturaleza eterna y divina. +La plasmación en la vida cotidiana de lo que realmente somos: Sabiduría- Compasión; Reverencia por la Vida, en todas sus formas y modalidades; superación de hábitos egoicos y egocéntricos; desaparición del miedo a la muerte física; etcétera.

Y como consecuencia de la evolución espiritual, en el ser humano entran en acción, como fruta madura y de manera natural, una serie de dones relacionados con los mundos super-físicos que hasta entonces permanecían durmientes; son los denominados “Siddhis”, término sánscrito que puede traducirse como “logros” o “poderes”, si bien estas acepciones generan equívocos. He aquí algunos ejemplos:

+Consciencia de la Realidad Primordial y percepción global de la existencia y de los patrones que subyacen en la vida y la realidad que nos rodea. +Asociado a tal percepción, toma de consciencia de que la vida está repleta de señales, que no hay casualidades y que todo, en nuestra vida y en la de los demás, tiene su sentido profundo, su porqué y para qué, en clave de nuestro proceso consciencial y evolución espiritual. +Comprensión de la naturaleza de la mente, visión macro y microscópica de las cosas y de cuanto hay a nuestro alrededor y conocimiento del orden y los movimiento estelares. +Conocimiento intuitivo, dominio completo sobre los órganos sensorios, y conexión con el interior de las personas, tanto con su mundo emocional y mental como con su dimensión álmica, lo que potencia el ejercicio de la comprensión, la empatía y la compasión. +Proyección a distancia de la apariencia física (el denominado mayami-rupa) y bilocación. +Audición super-física. +Levitación y flotar sobre las aguas. +Dominio de los elementos y la materia y manifestación/cristalización de las energías.

Cada uno de los Siddhis se pone en marcha y se activa en nosotros exactamente cuando corresponde en función de nuestra evolución espiritual. Ni antes ni después. Y no hay atajos, por lo que no pierdas el tiempo buscándolos. Si lo haces, casi sin darte cuenta, caerás el psiquismo y en la abducción por lo fenomenológico que antes se reseñaba. Además, la persona en la que los “Siddhis” se van realmente desarrollando, lo guarda en anonimato y, por supuesto, ni alardea ni hace ostentación de ellos. Y, desde luego, la evolución espiritual es eminentemente práctica, pues el avance por el Sendero y los procesos de iniciación non son algo teórico, ni retórico, ni teológico. Consiste, ni más ni menos, en vivir la vida misma de manera cada vez más consciente de lo que somos y de lo que es. Como subrayaste, Javier, en tus últimas aportaciones: “La prueba real nada tiene que ver con las versiones simbólicas. La iniciación Solar, alejada de la humana, sólo es posible cuando nos enfrentamos realmente a la renuncia de todo cuanto hasta ahora nos ha representado. Todo lo demás no deja de ser anecdótico, simbólico e ilusorio para el estudiante y comprometido buscador que desde su propia ingenuidad cree haber alcanzado algún tipo de meta oculta o realización espiritual” .

Emilio Carrillo.Febrero 2022.




ENCUENTRO MENSUAL CON EMILIO CARRILLO Marzo 2022

Jueves 3 y 17

EL CAMBIO CLIMÁTICO: UNA APROXIMACIÓN CONSCIENTE

Con aportaciones de Alfonso Soria, María Ayarra y Pilar Victoria de las Heras

1. CAMBIO CLIMATICO EN EL PASADO

Se estima que la Tierra se originó hace unos 4.500 millones de años y que la vida surgió hace unos 4.000 millones. A lo largo de la historia del planeta se han experimentado muchas variaciones climáticas. Ha habido épocas estables y favorables para el florecimiento de la vida y épocas con condiciones muy adversas para la misma. Los cambios entre unas y otras normalmente han sido graduales, pero en ocasiones se han producido de manera muy brusca y repentina. Todo esto ha llevado a la aparición y extinción de múltiples especies en todo el proceso evolutivo de la vida.

Sin duda alguna, la muestra de estos cambios climáticos ha quedado mejor plasmada en las diferentes glaciaciones y extinciones masivas experimentadas por nuestro planeta.

a) Glaciaciones

A lo largo de la historia del planeta se han producido 5 grandes glaciaciones o edades de hielo. Todas ellas duraron millones de años y cada una de ellas tuvo periodos glaciales e interglaciales que se alternaban. La última glaciación, la denominada Cuaternaria o edad de hielo actual, empezó hace 2.5 millones de años y continúa hoy. En esta, también se han sucedido una serie de periodos glaciales e interglaciales. El último periodo glacial, denominado Wisconsin o Würm, comenzó hace 115.000 años y acabo hace 12.000 años (duró algo más de 100.000 años). Dentro de este periodo glacial se observaron fluctuaciones rápidas en el clima que ocurrieron 25 veces. Consistieron en calentamientos rápidos de 5-16oC en una década, más acusados en la zona ártica, seguidos de enfriamientos graduales a lo largo de cientos/miles de años. Se las conoce con el nombre de Oscilaciones Dansgaard-Oeschger, eventos Heimrich y periodo de enfriamiento Younger Dryas.

A este último periodo glacial le siguió una fase de calentamiento que empezó hace 11.700 años y a fecha de hoy continúa. Es el periodo interglacial actual, denominado Holoceno. El deshielo producido desde comienzos del Holoceno hizo que el nivel del mar subiera unos 35 metros. Durante el Holoceno, el planeta ha disfrutado de una estabilidad climática que ha permitido el progreso y mantenimiento de ecosistemas a lo largo del planeta. De la misma manera, también ha permitido el desarrollo de la humanidad actual, todo ello dentro de un marco climático estable, con estaciones y clima predecible a lo largo del año.

No obstante, a lo largo del Holoceno se han sucedido una serie de fluctuaciones climáticas, como el Óptimo climático, un período cálido que se produjo entre 9.000 y 5.000 años atrás, con un incremento de temperaturas de 0,5/3ºC dependiendo de la latitud (mayor temperatura en la zona polar ártica). También cabe destacar el Periodo cálido medieval, que duró desde el año 900 al 1300. Con un aumento de temperatura de 1ºC. La uva se pudo cultivar en el sur de Inglaterra y en el norte de Europa; y los vikingos pudieron colonizar Groenlandia y tierras periféricas canadienses. Años después se registró la denominada Pequeña edad de hielo, que se extendió desde el año 1300 hasta el 1850, con un enfriamiento de menos de 1ºC.


Variaciones de Temperatura en los últimos 20.000 años y proyección en el siglo XXI. Fuente WHO, 2003


Dentro de las posibles causas de estas glaciaciones y oscilaciones climáticas se incluyen a los ciclos de Milankovitch. Estos son variaciones orbitales (cambios en el movimiento de traslación de la Tierra con respecto al Sol), y cambios en la orientación del eje de rotación terrestre. Ambos producen variaciones en la cantidad de radiación solar que llega al planeta (de hasta un 15%), que lo calientan o lo enfrían. También se incluyen como otras posibles causas a incrementos en actividad volcánica, cambios de corrientes oceánicas y variaciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Ahora mismo, nos vemos inmersos en una fase de calentamiento del planeta, que arrancó en coincidencia con el comienzo de la época industrial.

b) Extinciones masivas

Las cambiantes condiciones del planeta a lo largo de su historia han hecho que aparecieran multitud de especies nuevas que se iban adaptando al medio en el que evolucionaban. De la misma manera, la mayoría de estas especies perecían y llegaban a su extinción debido a las modificaciones que experimentaba su entorno. Se estima que el 99% de todas las especies que llegaron a habitar la Tierra están actualmente extintas.

Por tanto, la extinción es un proceso natural en la evolución de la vida en el planeta. Sin embargo, a lo largo de la historia se han producido cinco grandes extinciones masivas en las que la pérdida de biodiversidad fue tan grande que llegó a poner en peligro la continuidad de la vida en la Tierra. Se barajan posibles causas para estas extinciones, principalmente enfriamientos terrestres, impactos de asteroides, y actividad volcánica exacerbada con expulsión de gases de efecto invernadero (CO2) que ocasionaba calentamiento global desbocado, acidificación de océanos y disminución de oxígeno en los mismos. Nos detendremos solamente en dos de las cinco extinciones.

+ Extinción del Pérmico-Triásico: Hace 250 millones de años. Duró 60.000 años (algunos estiman que duro millones de años). Esta es la extinción masiva más severa que ha sufrido el planeta. Se extinguieron el 95 % de las especies marinas y 70% de las terrestres. Se le denomina “la gran mortandad”. Los bosques del mundo desaparecieron y tardaron unos 10 millones de años en volver a formarse. Los ecosistemas marinos tardaron de 4 a 8 millones de años en recuperarse. Comenzó con una serie de erupciones volcánicas en lo que ahora sería Siberia. Esto liberó grandes cantidades de CO2 en la atmósfera lo que ocasionó un calentamiento del planeta de unos 5oC, y a su vez acidificó las aguas de los océanos. Posteriormente, este calentamiento del planeta hizo que se liberara metano de los fondos oceánicos lo que añadió un calentamiento adicional de otros 5oC. Existe un paralelismo entre esta extinción y fenómenos que se están viviendo en el presente.

  • Extinción del Cretácico-Terciario (K-T): Hace 65 millones de años. Ocasionó la extinción del 70% de la vida en el planeta, incluyendo a los dinosaurios. Causada por un impacto de meteorito que dejo por todo el planeta una capa de sedimento (límite KT) con altos niveles de iridio, metal más abundante en asteroides que en la corteza terrestre. Tras el impacto, una nube de sedimentos incandescentes envolvió el planeta, que al caer de nuevo a la tierra ocasionó incendios en casi toda la superficie terrestre. El polvo y ceniza originado y grandes cantidades de SO2 que se liberaron en el impacto, quedaron en la atmosfera durante unos 2-6 meses, bloqueando la luz del sol y originando una noche continua. La temperatura del planeta bajo unos 5oC. El SO2 posteriormente cayo en forma de lluvia ácida (ácido sulfúrico). Todo esto supuso un colapso generalizado de ecosistemas. El impacto también liberó enormes cantidades de CO2 de las rocas lo que posteriormente ocasionó una subida de temperatura del planeta de más de 10oC durante siglos.

Aportaciones de la ciencia geológica y su estudio de los eones de la Tierra (millones de años):

+ Eón Hádico (4.570 M.): Etapa de configuración y preparación del planeta.

+ Eón Arcáico (3.800 M.): Comienza la Primera Ronda

Primer supercontinente: Vaalbará. Primeras células y comienzo de la fotosíntesis. +Eón Proterozóico (2.500 M.): Primera y Segunda Ronda

Se inicia con la formación del segundo supercontinente: Rodinia.

+ Eón Fanerozóico (542 M.):

+ Eras Paleozóica (542 M.) y Mesozóica (251 M.): Tercera Ronda.

Se inicia con la formación del tercer supercontinente: Pannotia. En el primer Cámbrico se produce una extinción masiva de las formas de vida. En el periodo final de la era Paleozoica se forma el cuarto supercontinente conocido como Pangea (300 Mill a.C) y se produce la extinción masiva del pérmico-triásico, en el que el 95% de las especies desaparecen. La era Mesozoica es la de los grandes reptiles, que se desarrollan durante más de 100 millones de años. Al final del Mesozoico, en el Cretacico-Terciario, se produjo su extinción masiva.

+ Era Cenozóica (66 M.): Cuarta Ronda.

Es la del ser humano: el surguimiento de la humanidad y su evolución a través de sucesivas humanidades. En la cuarta de ellas, en la Atlante, hace unos 5 millones de años, la humanidad pasa por el punto del ciclo manvantárico menor, alcanzando el punto de máxima densidad material y menor espiritualidad.

Esquema del Eón Fanerozóico: Eras y Periodos

+ Era Paleozóica (Desde hace 542 millones de años hasta 251 millones)

Era Mesozóica (Desde hace 251 millones de años hasta 66 millones)

Era Cenozóica (66 millones a actualidad)

Cámbrico (542 M.)

(Alta diversificación formas de vida. División Pannotia (sigue a Rodinia)

Ordovícico (485 M.)

(Dominan los invertebrados. Glaciación al final del periodo)

Silúrico (443 M.)

(Primer animal de respiración aérea)

Devónico (419 M.)

(Primeros árboles, plantas con semilla, insectos y peces mandibulados. Se forma Laurusia o Euramérica)

Carbonífero (358 M.)

(Bosques helechos, primeros vertebrados terrestres y reptiles) Pérmico (299 M.)

(Formación de Pangea y gran extinción 95% hace 251M)

Triásico (251 M.)

(Creciente proliferación grandes reptiles. Primeros mamíferos) Jurásico (201 M.)

(Primeras aves. Ruptura de Pangea en Gondwana y Laurasia) Cretázico (145 M.)

(Proliferan plantas con flor y nuevos insectos y se rompe Gondwana)

Paleógeno (66 M.) (Extinción Cretázico-Terciaria) Neógeno (23 M.)

Cuaternario (2,5 M.)

Esquema de la Era Cenozóica: Periodos y Épocas

Paleógeno (66 M.)

Neógeno (23 M.)

Cuaternario (2,5 M.)

Paleoceno (66 M.)

(Clima tropical. Diversificación de mamíferos y plantas modernas. Finaliza con brusco cambio climático: +6o 20.000 años y subida mares) Eoceno (56 M.)

(Primeras hierbas. Finaliza con la Gran Ruptura de Stehlin) Oligoceno (33 M.)

(Rápida evolución de la fauna y mamíferos. Congelación Antártida) Mioceno (23 M.)

(Se hacen reconocibles mamíferos y aves modernos. Primeros simios) Plioceno (5,3 M.)

(Clima frío y seco. Istmo de Panamá: Gran intercambio americano) Pleistoceno (2,5 M.)

(Desarrollo humanos anatómicamente modernos. Inicio Edad de Hielo) Holoceno (0,01 M.)

(Fin glaciación reciente y surgimiento de la actual civilización humana)

2. EL CAMBIO CLIMÁTICO ES HOY UNA REALIDAD

La observación del entorno muestra que hay cambios significativos en el clima tanto a nivel global como por zonas geográficas concretas. Es evidente. Y los datos indican que van a más.

La enumeración de los mismos nos llevaría a un listado enorme y son numerosos los sistemas que se están viendo fuertemente impactados. Aquí nos centraremos en los que cabe considerar más importantes, que se desarrollan en los siguientes apartados.


a) Incremento de la concentración de CO2 en la atmósfera

Los instrumentos del Observatorio Mauna Loa (Hawái, Estados Unidos),

centro de referencia mundial en la materia, marcaron en 2021 nuevos récords históricos al respecto, rebasando de manera repetida el nivel de 420 partes por millón (ppm) de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera -por ejemplo, el 3 de abril se llegó a 421,21-.


Se considera que tal nivel era de 280 ppm en 1750, acrecentándose a partir de ahí y hasta el momento actual un 50 por 100. Y la situación se ha agravado notablemente en los últimos lustros y años: en el conjunto de datos del Instituto Scripps de Oceanografía, de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos), la concentración promedio de CO2 fue de 411,43 ppm en 2019 y de 413,94 en 2020. Para 2021, la cifra media estimada es de 417 ppm, pese a que durante el último año se han reducido levemente las emisiones procedentes de la industria o los vehículos con motor de combustión debido a la pandemia de Covid-19.


La mejor visión global del problema la ofrece el gráfico conocido como la

curva de Keeking, que muestra de forma muy clara la intensificación de las concentraciones atmosféricas de CO2 y el paralelismo de este fenómeno con el proceso de industrialización.


Gases de efecto invernadero

Para entender bien el papel que juega el CO2 en el calentamiento del planeta hay que analizar el efecto invernadero que este gas produce en la atmósfera. La radiación solar que llega a la Tierra hace que la superficie del planeta se caliente. Este calor recibido, a su vez, es emitido desde la superficie terrestre al exterior en forma de radiación infrarroja. La energía absorbida por el planeta ha de ser igual a la emitida hacia el espacio, para ello la superficie terrestre tiene que alcanzar una temperatura media en la que ambos flujos se equilibren. En el caso de la Tierra es de unos 15ºC.

Los gases de efecto invernadero tienen la capacidad de absorber esa radiación infrarroja y evitar que parte se pierda en el espacio exterior, de esa manera el planeta conserva este calor. Sin estos gases, la temperatura media de la superficie terrestre seria de -18ºC en lugar de la media actual de 15ºC. La concentración de estos gases en la atmósfera se ha mantenido dentro de unos

márgenes estables a lo largo de milenios, lo que ha facilitado que la Tierra sea un planeta habitable. El principal gas de efecto invernadero es el CO2, pero también hay que considerar el efecto del vapor de agua y la presencia de otros gases minoritarios como el metano, y otros procedentes de procesos industriales. Veámoslos uno a uno.


+Vapor de agua

El vapor de agua es el gas de efecto invernadero más abundante en la atmósfera, suponiendo, de media, un 1% de todos los gases presentes, aunque está muy desigualmente distribuido tanto geográficamente como temporalmente, ya que al precipitarse como agua o nieve desciende su concentración. Su presencia amplifica el calentamiento producido por otros gases, como el CO2. El incremento de CO2 en la atmósfera aumenta la temperatura de la superficie terrestre, esto produce más evaporación de agua en los océanos, y por tanto más humedad en el aire (por cada grado centígrado de incremento de temperatura hay un incremento del 7% de vapor de agua en la atmósfera). Una Tierra más caliente tiene una atmósfera más húmeda, que atrapará todavía más calor y esto a su vez producirá más evaporación. Por lo tanto, la importancia del vapor de agua radica en su efecto amplificador del calentamiento, haciendo cualquier incremento de temperatura todavía más grande, siendo mayor esta retroalimentación cuanto más sube la temperatura de la superficie terrestre.

No hay que confundir vapor de agua con nubes. Las nubes están formadas por gotas de agua microscópicas o por pequeños cristales de hielo y tienen un efecto complejo en la modulación del clima. Por un lado, las nubes altas favorecen el calentamiento ya que dejan pasar más luz solar y también atrapan más radiación infrarroja proveniente de la tierra, y las nubes bajas favorecen el enfriamiento ya que reflejan más la luz solar y también dejan escapar más calor proveniente de la tierra. A pesar de la incertidumbre que esto supone, los últimos estudios vienen a concluir que, conforme se va calentando el planeta, el efecto total de una mayor presencia de nubes probablemente contribuirá a aumentar levemente el calentamiento global.


Efecto de nubes altas y bajas en la radiación solar y en la infrarroja que emite el planeta. Fuente: skepticalscience.com

+Metano

El metano (CH4) es el principal componente del gas natural. Se produce en la naturaleza como producto final de la putrefacción anaeróbica de la materia orgánica. Su concentración en la atmósfera es tan baja que se mide en partes por billón o ppb y ha pasado de 694 ppb en el año 1750 a 1884 ppb en el año 2020. Este incremento es principalmente de origen antropogénico, a través de la producción y transporte de carbón, gas natural y petróleo y a través de la ganadería industrial. El metano está presente también en grandes cantidades en el permafrost ártico y en el fondo del océano ártico en forma de clatratos (combinación estable de moléculas de metano y agua). Allí ha permanecido encerrado durante millones de años, pero recientemente ha empezado a liberarse por el aumento de temperaturas.

El metano es un gas invernadero muy potente y su efecto es inmediato. Es 86 veces más potente que el CO2 en un plazo de 20 años y 23 veces en un plazo de 100 años. Su rápido aumento en la atmósfera es de gran preocupación ya que tiene el potencial de producir grandes aumentos de temperatura. Más adelante trataremos cual es la situación actual de emisiones de este gas.


+Otros gases

Hay que mencionar otros gases minoritarios, con escasa presencia, procedentes de la actividad industrial, como los Óxidos de nitrógeno (NOx), que se emiten por el uso masivo de fertilizantes nitrogenados en la agricultura intensiva, por actividades industriales y con la combustión de combustibles fósiles. Y también los Gases fluorados (HFC PFC), compuestos químicos artificiales con un efecto invernadero muy potente.


+CO2

El CO2 o dióxido de carbono es el principal gas de efecto invernadero. Su concentración en la atmósfera ha pasado de 280 partes por millón (ppm) en el año 1750 a 414 ppm a finales del año 2020, debido al uso creciente de combustibles fósiles. Este gas tan sólo supone un 0.04 % de los gases presentes en la atmósfera. A pesar de ser tan poco abundante, es el responsable del incremento de temperatura de 1,55 ºC producido desde la época preindustrial (año 1750). El CO2 está compuesto de un átomo de carbono y dos de oxígeno. El carbono es el cuarto elemento más abundante en la tierra y está presente en multitud de moléculas orgánicas e inorgánicas, de hecho, es el elemento en el que está fundamentada la vida. Es la base de los carbohidratos y las proteínas, de la madera y de los combustibles fósiles. Está en las rocas y suelos y también en la atmósfera en forma de CO2. El carbono circula entre el aire, los seres vivos, los océanos y la tierra constantemente en lo que se conoce como el ciclo de carbono:

El carbono está presente en la atmósfera mayoritariamente en forma de CO2. Este es absorbido a través de la fotosíntesis por las plantas terrestres. Los océanos también retiran CO2 de la atmósfera por disolución del mismo en el agua y también por la fotosíntesis del fitoplancton marino. Las plantas convierten ese carbono en carbohidratos y proteínas, que al ser consumidas por otros animales pasan a integrar los tejidos de todos los seres vivos. Los animales, a través de la respiración, expulsan CO2 a la atmósfera. Cuando plantas y animales mueren, al descomponerse sus tejidos, parte del carbono vuelve a la atmósfera en forma de CO2 (descomposición aeróbica) y otra parte se integra en la capa fértil del suelo en forma de materia orgánica. Hay que destacar que un suelo vivo y fértil es un almacenador de carbono muy importante. De la misma manera, cuando se pierden los suelos fértiles del planeta, buena parte del carbono que contienen vuelve a la atmosfera en forma de CO2. La deforestación también incrementa el CO2 atmosférico.

La erosión y desgaste de las rocas terrestres libera también moléculas inorgánicas ricas en carbono que pasan a los suelos y a la atmosfera como CO2. La actividad volcánica también libera CO2 a la atmosfera.

Parte de esa materia orgánica almacenada en los suelos y sedimentos marinos, a lo largo de millones de años, se han transformado en combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural). La combustión de estos combustibles por la acción del hombre, libera CO2 que retorna a la atmosfera. Es muy importante resaltar que la mitad de ese CO2 emitido desde el comienzo de la época industrial hasta hoy, ha sido absorbido y almacenado en bosques y océanos. Los océanos y los bosques son los grandes sumideros de CO2 del planeta. Si no fuera por ellos, la concentración del CO2 atmosférico hoy sería mucho más alta. En gran medida, nos han ayudado a ralentizar y enmascarar el ritmo del calentamiento global asociado a ese incremento de CO2.


Ciclo del carbono. Fuente: USGS, modificación del trabajo de John M. Evans y Howard Perlman


b) Aumento de la temperatura planetaria media

La temperatura global de la Tierra se acerca a los 15 grados centígrados y es cada vez es más alta. Analizando lo ocurrido desde 1750, se constata que ha subido 1,55 grados. Y escrutando dentro de esos 270 años, se concluye que el ascenso se ha dado principalmente a partir desde finales del siglo XIX, pues el incremento desde entonces /1900-2020) ha sido de 1,20 grados.

Lo más peligroso de este hecho es que los últimos siete años han sido los más cálidos desde que se tienen registros, lo que evidencia una tendencia al alza que no dejará de crecer y que conllevará que sigamos batiendo récords en el futuro. Esto supondría una catástrofe para el ecosistema global, con la desaparición de muchas especies de plantas y animales y la desaparición total de los arrecifes de coral. Así lo llevan advirtiendo desde hace años los científicos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el principal órgano internacional para la evaluación del cambio climático.

La elevación de la temperatura no es algo exclusivo de una época del año,

sino que esta tendencia se da a lo largo de los doce meses. Y tampoco es un hecho exclusivo de una zona en concreto, pues la totalidad del planeta está sufriendo el incremento de la acentuación de la temperatura.


c) Mayor ascenso de la temperatura en zonas estratégicas para el ecosistema planetario: el caso del Ártico

Siendo el incremento de la temperatura un fenómeno global, hay determinadas zonas, que por su localización y características son estratégicas para el ecosistema planetario, donde el aumento es muy superior a la media. Es el caso del Ártico y Antártico, que contribuyen a equilibrar la temperatura media planetaria y los fenómenos climáticos, por lo que todo lo que afecta a estos espacios lo hace, igualmente, a la totalidad de la Tierra y tiene repercusiones que van más allá del ámbito geográfico directamente afectado.

Centrándonos en el Ártico –sus masas de hielo están formadas sobre la superficie oceánica-, la subida ha sido de 6,0 grados desde 1750, casi 10 veces mayor a la del conjunto planetario, lo que impulsa su deshielo paulatino (también está teniendo lugar en Groenlandia y la Antártida, pero estas áreas lo sufren menos al estar el hielo sobre tierra).


La Antártida

A diferencia del ártico, la zona polar antártica, está ocupada por tierra, el continente de la Antártida. Éste se encuentra cubierto por una capa de hielo de un grosor medio de unos 2 kilómetros, con zonas que superan los 4 kilómetros. El deshielo en la Antártida ha sido mucho menos notable que en el Ártico, pero en los últimos años se ha estado acelerando, registrando pérdidas importantes de hielo en la península antártica y, de especial preocupación, en el glaciar Thwaites, de los más grande del mundo, del tamaño de Gran Bretaña, que ha comenzado una peligrosa trayectoria de deshielo.

Océano Ártico. Fuente: Copernicus Climate Change Service


Ahora bien, la desaparición de esas masas heladas del Ártico, deja bajo los impactos de la radiación solar el agua que les servía de soporte. Y esto tiene grandes efectos climáticos, ya que mientras el hielo refleja el 90% de esa radiación, este porcentaje se reduce al 10 para el agua, retroalimentando así el calentamiento global. En fecha cercana, el Ártico dejará de tener hielo en septiembre y la duración de tal estado se irá ampliando, lo que supondrá un punto de inflexión en la climatología terráquea.

El hielo presente en las zonas polares juega un papel crucial en el mantenimiento de patrones climáticos estables. Las zonas polares actúan como los refrigeradores del planeta, ayudan a mantener las temperaturas medias del planeta tal y como las hemos conocido hasta ahora, unos 15ºC, y son claves en la generación de fenómenos atmosféricos.

Por tanto, el aumento medio de temperatura global de 1,55ºC no se distribuye de manera uniforme por la superficie terrestre. De hecho, es mucho más acusado en la zona polar ártica. Esto se debe a un fenómeno conocido con el nombre de Amplificación Polar.


Sobre la Amplificación Polar

La zona polar ártica está ocupada principalmente por agua, el océano Ártico. Sus aguas están permanentemente heladas, produciéndose un deshielo parcial de las mismas en verano. El hielo refleja la radiación solar incidente en un 80- 90%, actuando como un espejo. Por lo tanto, tan solo un 10-20% de esa radiación incidente llega a calentar la superficie de las zonas cubiertas por hielo. Esto asegura que se mantengan frías y estables. Al porcentaje de radiación incidente que cualquier superficie refleja se le llama albedo, por lo tanto, el albedo del hielo es de un 80-90.

Conforme la temperatura del planeta va subiendo, parte de ese hielo se funde. El agua que sustituye al hielo tiene un albedo mucho menor, tan solo refleja el 10% de la radiación solar, por lo que ahora un 90 % de esa radiación incidente es absorbida y calienta la superficie del agua. Como podemos ver, al pasar de hielo a agua, la cantidad de calor que se absorbe se multiplica casi por 9 (pasamos del 10% al 90%). Este incremento tan grande en la cantidad de calor absorbido hace que las temperaturas suban mucho más en la zona ártica que en zonas de latitud inferior. De hecho, en la siguiente gráfica de anomalías de temperaturas medias por latitudes, en el intervalo de septiembre a noviembre de 2020, y tomando como referencia la media de temperaturas de 1951 a 1980, se observan incrementos de hasta 6ºC en las zonas cercanas al polo norte, (cuatro veces más que en latitudes medias).

En este proceso también hay que tener en cuenta que el calor latente de fusión del hielo es de 80 calorías. Esto quiere decir que para pasar de 1 gramo de hielo a 0ºC a 1 gramo de agua a 0ºC se necesitan 80 calorías. Ahora bien, una vez que se ha fundido, para incrementar un grado centígrado ese gramo de agua, tan solo hay que aplicarle una caloría. Vemos, por tanto, que el hielo además de actuar como un espejo reflejando la radiación, también actúa como un escudo, que retrasa el calentamiento. Fundir el hielo requiere mucha energía. Una vez que se ha fundido, el calentamiento del agua se produce mucho más rápidamente. Por lo tanto, cuanto más calor hace, más hielo se funde y esto resulta en más absorción de calor todavía. Es un ciclo de retroalimentación positiva.

El hielo ártico alcanza su máxima extensión en marzo, justo después del invierno polar, y llega a su mínima extensión en septiembre, al final del verano. Según datos del National Snow and Ice Data Center (University of Boulder Colorado) y del Polar Science Center (University of Washington), en los últimos 50 años, la cantidad de hielo en verano ha disminuido un 50%, a un ritmo de 13.4% cada década desde 1979. En 2020 en invierno, la extensión de hielo fue de 18 millones de km2 y en verano de 3.7 millones de km2. El hielo que va quedando es cada año más delgado y más frágil, lo que lo hace más vulnerable a fundirse al año siguiente. De hecho, hace unos años, grosores de hielo de unos 5 metros eran muy comunes, este era hielo que se conservaba durante varios años. Este último verano de 2020, el grosor más frecuentemente observado ha sido menor a un metro, siendo casi todo este hielo formado el mismo año. En dicho verano, se alcanzó el segundo record de mínima extensión de hielo (3.7 millones de km2), tan solo superado el verano de 2012, y también se logró el tercer record histórico en menor volumen de hielo.

Con esta progresiva pérdida de hielo, la comunidad científica nos avisa de que cada vez estamos más cerca de tener un verano sin hielo en el océano ártico. A esto se le denomina Blue Ocean Event (BOE) o Evento de Océano Azul, o sea, sin hielo. En realidad, se considera BOE cuando la extensión de hielo en verano llegue a ser inferior a 1 millón de kms2. Se estima que faltan muy pocos años para que ocurra este evento, probablemente menos de 10. Cuando esto ocurra, el calentamiento de las aguas del océano ártico se acelerará grandemente, lo que dificultará su posterior congelamiento en invierno. Conformen pasen los años después del primer verano sin hielo, la cantidad de meses en los que no habrá hielo en el océano se irá incrementando, y en un

plazo de unas pocas décadas, no habrá hielo a lo largo del todo el año en el océano ártico, debido al enorme calentamiento que habrán sufrido sus aguas.

Como antes se subrayó, la llegada del primer verano sin hielo es un punto de inflexión de primer orden en el clima del planeta con consecuencias de gran impacto a nivel global. Podemos destacar las siguientes:

+Calentamiento rápido del Océano Ártico y aceleración en el calentamiento global.

+Cambios drásticos en la Corriente en Chorro o “Jetstream” que producirán climas más extremos (se explica en el siguiente apartado).

+Aceleración del deshielo en Groenlandia (con un grosor medio de hielo de unos 3 kms.) por el calentamiento generalizado del océano y aire que lo rodea.

+Incremento de vapor de agua en la zona ártica (subida de 7% por cada grado centígrado de calentamiento). El vapor de agua es un potente gas de efecto invernadero que acelerará aún más el calentamiento. Este supondrá un aumento de energía disponible en la atmosfera que favorecerá los fenómenos atmosféricos extremos.

+Este incremento de fenómenos meteorológicos extremos no será solo a nivel ártico. sino a nivel global. Implicará la intensificación de olas de calor, sequías, tormentas e inundaciones; y temperaturas extremas en muchas zonas geográficas del planeta.

+Pérdida de normalidad y predictibilidad climática con un grave impacto en la producción agrícola global.

+Subida del nivel de los mares, por expansión térmica del agua (al calentarse ocupa más espacio) y por fusión del hielo de Groenlandia y Antártida.

+Pérdida de habitabilidad en zonas del planeta.

+Mayor liberación de metano del fondo oceánico, lo que hará subir las temperaturas aún más.

Hay que añadir que la desaparición del manto de nieve en verano en las zonas terrestres del ártico como Siberia, Alaska y norte de Canadá, hace que están zonas absorban más radiación solar que cuando estaban cubiertas por nieve, acelerando el calentamiento.


d) Alteraciones de las corrientes de chorro o “Jetstream” y sus implicaciones en la pérdida de predictibilidad y normalidad en los fenómenos atmosféricos


La Organización Meteorológica Mundial define la llamada “corriente en chorro” o “Jetstream”

como “una fuerte y estrecha corriente de aire concentrada a lo largo de un eje casi horizontal en la alta troposfera (donde la temperatura decrece con la altitud) o la estratosfera (donde la temperatura crece), caracterizada por una fuerte cizalladura vertical y horizontal del viento. Presentando uno o dos máximos de velocidad, la corriente en chorro discurre, normalmente, a lo largo de varios miles de kilómetros, en una franja de varios centenares de kilómetros de anchura y con un espesor de varios kilómetros”.


Los Jetstream

Se trata de vientos occidentales que viajan de oeste a este, a una velocidad de

unos 160 kilómetros hora, tanto en el hemisferio norte como en el sur.

Concretamente, en cada uno de estos hemisferios existen una corriente en chorro polar y otra subtropical. Igualmente, hay quinta corriente en chorro, la ecuatorial, que se desplaza de este a oeste.

Juegan un gran papel en la distribución de calor y generación de patrones meteorológicos a nivel global. Su localización es muy útil para la predicción meteorológica. También se usa en aviación para reducir tiempos de vuelo, al volar los aviones con el viento a favor.

Los Jetstream de mayor fuerza son los polares, ya que se originan por el mayor gradiente térmico que hay entre las zonas polares y las zonas de latitudes templadas, y, por ello, los que desempeñan mayor protagonismo en la generación de fenómenos atmosféricos. También son los más susceptibles al rápido calentamiento de la zona ártica, lo que hace disminuir el gradiente térmico que lo origina.

Jetstreams en el planeta. Fuente: National Weather Service, NOAA


Como se acaba de compartir, el Jetstream se genera por la diferencia de Temperatura o gradiente térmico que hay entre las zonas polares y las zonas de latitudes templadas. A mayor gradiente térmico más fuerza adquiere esta corriente de aire y su desplazamiento hacia el este es más rápido y recto (con menos meandros o desviaciones hacia el norte o sur). El Jetstream en invierno se suele situar más al sur y se desplaza con más fuerza. En verano, sin embargo, se sitúa más al norte y es más débil, ya que el gradiente térmico entre zonas polares y templadas es menor. El Jetstream supone la frontera entre las masas de aire frío que se sitúan al norte del mismo y las masas de aire templado que se sitúan al sur.


Separación de aire frio y caliente por el Jetstream. Fuente: accuweather.com


Conforme la zona polar ártica se va calentando mucho más que las zonas templadas, tal como se ha resaltado en el apartado anterior, la diferencia de temperatura entre ambas zonas se hace menor. Ese menor gradiente térmico hace que el Jetstream pierda fuerza y se debilite (se estima que en las últimas 3 décadas se ha debilitado un 10%). En su desplazamiento hacia el este empieza a formar meandros, que se extienden hacia el norte y hacia el sur. De la misma manera, al tener menos fuerza, la velocidad con la que se desplaza hacia el este también disminuye, incluso estos meandros llegan a estancarse en ciertas localizaciones, generando en ellas fenómenos meteorológicos extremos y duraderos.

Cambios en el Jetstream, se forman más meandros. Fuente: NASA/Trent L Schindler


Cuando un meandro del Jetstream se desplaza hacia el norte, esto hace que la masa de aire caliente que tiene justo al sur se desplace con él a latitudes altas, provocando un calentamiento muy inusual en estas zonas. De hecho, en los últimos inviernos árticos, meandros del Jetstream están llegando a zonas cercanas al polo norte permitiendo la llegada de aire mucho más templado y produciendo temperaturas en torno a 0ºC, cuando, en esa época de invierno y oscuridad polar, la temperatura habitual debería rondar los 30 o 40 o bajo cero. De la misma manera, cuando un meandro del Jetstream se desplaza hacia el sur, permite que la masa de aire frío que se sitúa al norte del mismo se desplace hacia el sur, provocando importantes olas de frío.

Hay que tener en cuenta que la agricultura, la floración de las plantas y las migraciones de las especies, han evolucionado dentro de unos parámetros de normalidad, estabilidad y predictibilidad climática y estacional. Los diferentes eventos en la naturaleza han ocurrido cuando tocaba, según los ciclos naturales. Sin embargo, ahora, el debilitamiento del Jetstream conduce a una pérdida de predictibilidad y normalidad en los fenómenos atmosféricos, trayendo en su lugar una variabilidad grande en los mismos, haciéndolos más extremos y menos predecibles. Estamos viendo cada vez con más frecuencia una alternancia entre estas fases frías y calientes, que cada vez son más extremas.


Las implicaciones de esta variabilidad climática son muy grandes

+En los últimos años es muy habitual tener en España una ola de frío con abundante nieve en las montañas, y tan solo una semana más tarde, tener un anticiclón con temperaturas cercanas a los 20 oC, que hace que la mayoría de esa nieve desaparezca.

+Antes la nieve aguantaba en las cumbres hasta el mes de junio, lo que garantizaba más agua en los ríos en verano. Ahora se funde más rápidamente y, por tanto, el estiaje de los ríos es mucho más acusado y sus caudales son menores en verano.

+Las lluvias se producen de manera más explosiva aumentando las inundaciones.

+Las olas de calor se dan con más frecuencia en verano, permitiendo la entrada de aire caliente de África.

+La agricultura se está viendo afectada también. Aumenta la cantidad de heladas que se producen en primavera cuando las cosechas están en flor, disminuyendo su productividad. Los patrones de lluvia se hacen menos predecibles.


e) Bosques

Las principales masas forestales del planeta se encuentran distribuidas entre los bosques boreales (Alaska, Canadá y Siberia) y los bosques tropicales (Amazonia, África central y Sudeste asiático). Ambas masas se están reduciendo de una manera acelerada.

+En el bosque boreal de Norteamérica un pequeño escarabajo, el escarabajo del pino (Dendroctonus ponderosae) está diezmando las poblaciones de pino a lo largo de miles de km2. Este escarabajo siempre ha formado parte del bosque, pero los fríos inviernos diezmaban sus poblaciones manteniéndolos a raya. Desde los años 90 se ha observado que los inviernos ya no son tan fríos, sobreviviendo muchos más individuos a la primavera siguiente. A esto se suma que la primavera y verano son más largos que antes, permitiendo al escarabajo tener varios ciclos reproductivos cada año. Todo esto ha resultado en una explosión demográfica sin precedentes en la población de escarabajos, convirtiéndolos en una plaga de proporciones bíblicas. Se estima que ha destruido millones de Ha de bosque de pino desde Méjico a Alaska y la plaga avanza sin control. A esto hay que añadir los incendios cada vez más frecuentes que se producen en estas zonas boreales, debido a veranos más largos y secos por el aumento de temperaturas. La cantidad de árboles muertos por el escarabajo del pino hace que estos incendios sean de una intensidad aún mayor. Al haber menos árboles, la capacidad de absorber CO2 atmosférico disminuye. Al quemarse los bosques, el CO2 que almacenan sus árboles se libera a la atmósfera.

+En los bosques tropicales, la deforestación acelerada para dar paso a la agricultura o ganadería está haciendo desaparecer estas masas forestales a un ritmo creciente. En el Amazonas se ha perdido un 17% del bosque en los últimos 50 años, y países como la República Democrática de Congo e Indonesia la destrucción de bosque sigue a un ritmo imparable.

Cuando un bosque se tala no sólo deja de absorber CO2, sino que, al descomponerse su madera, se libera el CO2 que contiene a la atmósfera. Como vemos, los bosques están pasando de ser sumideros a emisores de CO2.


f) Océanos

Los océanos son el otro principal sumidero de CO2 en el planeta. Absorben CO2 de dos maneras diferentes. Una, por medio de la fotosíntesis del fitoplancton y la otra por disolución de CO2 atmosférico en sus aguas. Una vez en el agua, la molécula de CO2 reacciona con el agua formando ácido carbónico, proceso que acidifica el océano. Desde el comienzo de la revolución industrial, el pH de los océanos ha bajado de 8.21 a 8.10. Un cambio de pH de 0.1 equivale a un

incremento de 30% en acidez, ya que se trata de una escala logarítmica. Este incremento en acidez interfiere con la capacidad de criaturas marinas como plancton y corales para extraer calcio del agua, que posteriormente usan para construir sus conchas y esqueletos calcáreos.

La capacidad de los océanos para absorber CO2 se está saturando, esto a su vez está produciendo una acidificación de los mismos, lo que está interfiriendo con la cadena alimentaria oceánica y por tanto, con su productividad biológica.

En los 120 meses que tiene la década que va de 2010 a 2019, las aguas que bañan las costas de las Maldivas (océano Índico) tuvieron temperaturas extremas en 111 de ellos. Hace un siglo, eso solo pasaba unos días al año. El fenómeno no se limita a esta zona del planeta, el calentamiento de mares y océanos es tan global como el que sucede en tierra. El análisis de las temperaturas desde hace 150 años muestra que lo que en el pasado era un evento térmico extremo, ahora es lo normal. El impacto sobre la fauna y flora marinas ya se está notando, con especies emigrando cada vez más al norte o al fondo del mar.

Bosques y océanos han neutralizado la mitad de nuestras emisiones hasta ahora. La pérdida de eficacia en absorber CO2 por parte de ambos, supondrá un importante incremento en la concentración de CO2 atmosférico y un aumento de temperaturas globales más rápido.


g) Metano

El metano es un gas invernadero muy potente –ya nos detuvimos en él cuando se trataron este tipo de gases- y su efecto es inmediato. Es 86 veces más potente que el CO2 en un plazo de 20 años y 23 veces en un plazo de 100 años. Su concentración en la atmósfera es tan baja que se mide en partes por billón o ppb y ha pasado de 694 ppb en el año 1750 a 1884 ppb en el año 2020 (datos de la “National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA”). Este incremento en metano se debe principalmente a emisiones antropogénicas: 60% de la ganadería y gestión de residuos y 40% de fuentes relacionadas con la producción de combustibles fósiles. Aunque el metano que más preocupa a los científicos es el que está almacenado en la zona ártica.

El principal reservorio de metano de planeta se encuentra en el permafrost ártico (zonas que se encuentran permanentemente congeladas, tanto en tierra firme, como en el fondo oceánico). Actualmente hay 5 billones de toneladas de metano en la atmósfera. En el fondo del océano ártico se estima que hay almacenado al menos 100 veces más metano que el presente en la atmósfera. Las bajas temperaturas y la presión del agua hacen que las moléculas de metano se mantengan ahí estables y apenas se liberen.

De este fondo oceánico Ártico, merece mención especial la Plataforma Continental del Este de Siberia o East Siberian Arctic Shelf (ESAS). Esta plataforma se encuentra justo al norte de Siberia, tiene una extensión de unos 2 millones de km2 (unas cuatro veces la superficie de España) y una profundidad media de 50 metros. Constituye el principal almacén de metano ártico. Al ser tan poco profunda, y estar situada en la periferia del océano ártico, es más vulnerable a perder su cobertura de hielo en verano y por tanto a variaciones de temperatura. De hecho, se han registrado temperaturas de 17ºC en verano en sus aguas, lo que está llevando a la liberación de metano.

Los científicos (Shakhova & Semiletov, Universidad de Fairbanks, Alaska) han observado que en un 10% de la superficie marina de ESAS (los denominados puntos calientes), se está produciendo una liberación de metano un millón de veces más intensa que en el restante 90% (3.000 gramos/m2 frente a 3 miligramos/m2 diariamente). Se concluye que estos fondos oceánicos han empezado a calentarse por el aumento de temperatura del agua, esto los desestabiliza, permitiendo la liberación de grandes cantidades de metano.

De la misma manera, se han observado emisiones de metano en el permafrost terrestre conforme se va descongelando.

Una vez que este proceso de escape de metano comienza, es muy difícil detenerlo. Se estima que tendría el potencial de subir la temperatura del planeta hasta 0.6ºC en unos pocos meses, además supondría un proceso de retroalimentación positiva que aceleraría el calentamiento del planeta.


Plataforma Continental del Este de Siberia. Fuente: Adaptado de NOAA


h) Pérdida de ecosistemas y biodiversidad. Sexta extinción masiva

La crisis climática viene acompañada por una crisis de ecosistemas y pérdida de biodiversidad a nivel planetario. En los últimos 200 años, el ser humano ha ocupado cada vez más espacio para su desarrollo industrial, agrícola y urbano. Esto ha sido en detrimento de los espacios naturales, que cada vez se hacen más escasos. Esta pérdida imparable de entornos naturales está llevando a muchos ecosistemas al borde del colapso y conlleva una importante desaparición de biomasa e incluso de especies enteras.

La comunidad científica reconoce que nos encontramos ya en medio de la sexta extinción masiva. Como vimos anteriormente, a lo largo de la historia del planeta ha habido ya cinco. La actual tasa de extinción es de 100 a 1000 veces superior al promedio natural en la evolución.

Es importante entender que la buena salud de los diferentes ecosistemas presentes en el planeta Tierra ha jugado un importante papel en la regulación de la homeostasis planetaria, manteniendo estables los parámetros que han permitido el florecimiento de tanta vida en el planeta. Efectivamente, la riqueza de vida que hemos llegado a conocer es el resultado de múltiples interacciones entre todas y cada una de las partes que lo conforman. En la naturaleza todo está conectado y todo es interdependiente. Es un entramado perfecto de vida que alcanza un equilibrio perfecto.

Sin embargo, ese equilibrio se ha visto totalmente alterado por la intervención del hombre y empezamos ahora a ser conscientes de las consecuencias y alcance que todo ello tiene. De facto, como se examinará posteriormente, nos podemos encontrar ya plenamente inmersos en la sexta extinción masiva en la historia del planeta.


i) Otros efectos

Hasta ahora se han mencionado los impactos más importantes del cambio climático. No podemos dejar de enumerar otras consecuencias que ya hemos empezado a experimentar y que también están relacionadas con un clima cambiante y/o pérdida de ecosistemas, como son:

+Expansión en las áreas de distribución de enfermedades infecciosas: virus zika. +Aparición de nuevas enfermedades y pandemias.

+Migraciones y refugiados climáticos.

+Mayor intensidad y frecuencia de huracanes. Desvió de rutas tradicionales, como la aparición en la costa oeste europea de huracanes que tradicionalmente se desplazaban hacia el Caribe.

+Aumento del nivel de las aguas de los océanos. En la mayor parte del siglo XX las aguas subían una media de 1.4 mm al año. Desde el año 1993 hasta 2020 se ha observado un incremento de 3.3 mm anuales. La subida observada de 2018 a 2019 es de 6.1 mm. El ritmo de subida se está acelerando.


Variación en mm del nivel del mar desde 1993. Fuente: climate.nasa.org


Dos tercios de esta subida se atribuye al deshielo producido principalmente en Groenlandia, Antártida y glaciares de Alaska e Himalaya. El otro tercio se deba a la expansión térmica que sufren los océanos al calentarse.

+Debilitamiento de la circulación termohalina o cinta transportadora oceánica. Son corrientes de agua oceánica, en superficie y profundidad, interconectadas entre sí por todos los océanos, que distribuyen el calor de unas zonas del globo a otras. La Corriente del Golfo es una parte de esta circulación, trae agua cálida desde el golfo de Méjico al oeste de Europa. Al llegar al norte, en el océano Ártico, sus aguas se enfrían y también aumentan su salinidad por la evaporación que ocasionan los fuertes vientos en superficie. El agua más salina y más fría es más densa, por lo tanto, se hunde hasta el fondo marino para desplazarse hacia el sur por el fondo oceánico. El deshielo de Groenlandia hace que haya más agua dulce en océano Ártico, esto baja la densidad del agua y ralentiza el hundimiento de esta corriente, debilitando así la circulación termohalina global.

Circulación termohalina. Fuente: https://www.nationalgeographic.org/activity/circulation-seas/


3. ¿A QUÉ SE DEBE EL CAMBIO CLIMÁTICO?

Confirmados con los ejemplos anteriores la existencia de cambios significativos en el clima, tanto a nivel global como por zonas geográficas concretas, hay que preguntarse a qué son debidos.

Para contestar esta pregunta, es muy frecuente achacar el cambio climático a un único motivo o razón, siendo dos los más comúnmente citados: el impacto de la mano humana y los efectos de la evolución natural del planeta. Sin embargo, estamos ante un fenómeno multi-causal en que las dos razones expresadas interaccionan mutuamente y se retroalimentan.


a) El cambio climático se debe a la mano humana


Desde la inconsciencia, el egoísmo y el egocentrismo, hace demasiado tiempo que la humanidad camina sobre dos bombas de relojería para la vida, en general, y para ella misma, en particular:

+el antropocentrismo: integra la estúpida creencia de que el género humano es el centro del universo y la absurda atribución en exclusiva al ser humano de cualidades que, en realidad, tiene en común con otras formas de vida; y

+el especismo: agrupa la necia suposición de que el ser humano es superior al resto de los animales, a los que considera especies inferiores, y el presuntuoso auto-otorgamiento del derecho a utilizarlos en beneficio propio, incluyendo su maltrato, su explotación y su asesinato para ingerir sus cadáveres.

Sobre tamañas barbaridades, la humanidad y el sistema vigente, lejos de practicar la reverencia por la vida, sobre la que tanto compartió Albert Schweitzer, Premio Nobel de la Paz en 1952, está en guerra contra la Madre Tierra.

Un hecho por sí tremendo y con repercusiones tan nefastas que hasta el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, se refirió a ello en su discurso Estado del planeta pronunciado el 2 de diciembre de 2020: "Nuestro planeta está quebrado. La humanidad está librando una guerra suicida contra la naturaleza. El impacto ya se está sintiendo en todo el mundo. La ciencia es clara al respecto Los incendios e inundaciones apocalípticas, los ciclones y los huracanes son la nueva normalidad. La biodiversidad está colapsando, los desiertos se están extendiendo, los océanos se asfixian con desechos plásticos... Y las cosas empeorarán. Se pondrán mucho peor. Las políticas climáticas no están a la altura del desafío. Nos enfrentamos al momento de la verdad. Debemos declarar un alto el fuego permanente y reconciliarnos con la naturaleza".

Y, efectivamente, es una guerra suicida, porque la vida en el planeta seguirá su curso, a pesar de tanto dislate medioambiental y tanto daño a la globalidad de los reinos de la naturaleza, y lo hará con o sin humanos; pero la humanidad no sobrevivirá sin el hábitat ecológico que su propia existencia requiere inexorablemente. Un hábitat que ha llegado a un grado de deterioro que buena parte de la comunidad científica considera irreversible, pues estima como se recalcará posteriromente, que se ha rebasado ya el punto de no retorno.


b) El cambio climático es consecuencia de procesos naturales

Esto es lo que sostiene, por ejemplo, Roy Spencer, reputado científico y

climatólogo que, junto al Dr. John Christy, recibió la Medalla al Logro Científico Excepcional de la NASA por su trabajo de monitoreo de la temperatura global con satélites. Desde esta perspectiva, el cambio climático es natural y cambiante y obedece a procesos naturales propios de la Madre Tierra e, igualmente, de la influencia en ella del Sol.

En lo relativo a esto último, es normal para períodos medibles desde la razón humana -a lo sumo, unos pocos siglos- que el clima sufra trastornos debidos a la variación en las manchas solares: con datos de los últimos cuatrocientos años, se observa el mínimo que estas tuvieron entre 1650 y 1700 –el llamado Maunde Minimun- o el máximo alcanzado en el momento actual - conocido como Modern Maximun-.

Y en el primer epígrafe de estas páginas se constató que a lo largo de la historia geológica del planeta se han producido múltiples cambios climáticos reflejados en varias edades de hielo, con sus periodos glaciales e interglaciales y en varias extinciones masivas. Las fluctuaciones de temperaturas asociadas a estos eventos han sido considerables y en ocasiones de aparición rápida como en las Oscilaciones Dansgaard-Oeschger del último periodo glacial. Las causas de los diferentes cambios climáticos son variadas, normalmente asociadas a variaciones en la órbita y rotación terrestre (ciclos de Milankovitch), sucesos volcánicos de larga duración ocasionando grandes incrementos de CO2 atmosférico, o en ocasiones impactos de meteoritos.

Efectivamente sí, ha habido cambios climáticos antes, muchos y de gran intensidad, sin intervención de la mano humana. Y el que vimos en la actualidad también están incidiendo procesos ajenos a esta y de carácter natural.


c) El cambio climático es de carácter multi-causal


Aplicando el sentido común, no se debería caer en la dualidad de tener que optar por “a)” por “b)”, sino comprender que ambas causas inciden en el cambio climático que experimentamos en la actualidad, que, por tanto, es el resultado de la conjunción de procesos naturales de la Madre Tierra –también de la influencia en ella del Sol- y del impacto derivado por una humanidad que está en guerra contra ella.


Sobre el cuestionamiento del cambio climático

Actualmente muchas personas se cuestionan la veracidad del fenómeno del cambio climático (comprensible dado el uso con fines políticos, de control o incluso mercantilista del término), pero si acometieran pequeños cambios en sus jardines o parcelas, podrían comprobar el “impacto” que esto tiene en el ecosistema que les rodea.

Simplemente poniendo un pequeño estanque, añadiendo plantas nativas (suele haber registros públicos online en todos los países), o poniendo un tubo con comida para pájaros....y observando lo que ocurre... Veremos cómo la naturaleza se adapta, fluye y se regenera y como se promueve el ecosistema... Entonces comprenderemos que la contaminante actividad humana desarrollada a grandísima escala, durante décadas (o incluso un siglo, desde la consolidación de la revolución Industrial y la llegada de los agroquímicos), debe afectar indefectiblemente a los procesos naturales de nuestro planeta, el cual no es más que el conjunto de pequeños paisajes interconectados.


4. EN 2022/2023 SUS IMPACTOS SERÁN TAN INNEGABLES COMO CONTUNDENTES


a) Especial protagonismo de cuatro circunstancias

Rota la dualidad descrita, se estará mejores condiciones de comprender no ya solo las causas del cambio climático, sino también sus auténticos efectos en la humanidad, en el presente y el horizonte venidero.

Con estas bases, cabe prever de manera consistente que el cambio climático se hará cada vez será más evidente y que en 2022/2023 sus impactos serán tan innegables como contundentes. Y ello debido a todo lo enunciado y al especial protagonismo de cuatro circunstancias:

+La inseguridad climática, con la proliferación de cambios bruscos que romperán la estabilidad estacional y provocarán tanto lluvias torrenciales como sequias y, de la mano de estas, escasez de agua y minoración de la producción agrícola.

+El aumento del deshielo del Polo Norte, lo que multiplicará los efectos del cambio climático en los próximos años en los términos ya expresados.

+Las distorsiones electromagnéticas derivadas de las interferencias provocadas por la enorme tele de araña vibracional en la que, en el marco de la tecnología 5G, se está introduciendo al planeta y todos los reinos de la naturaleza.

+Y la cadena de efectos, entiendo por esto como unos impactos conllevan otros que generan otros, todos en interacción y retroalimentación mutua. Verbigracia, la masiva desaparición de insectos: las crecientes distorsiones electromagnéticas provocan una disminución en el número de insectos, lo que repercute en otras formas de vida, en el ecosistema, en general, y en el hábitat de supervivencia de la humanidad, en particular.


Un mundo sin insectos es un mundo sin diversidad biológica

Un informe de la ONU afirma que 1 millón de especies se enfrentan a la extinción en los próximos 20 años, y la mayoría son insectos. El Dr. Doug Tallamy (entomologista, ecologista y conservacionista de USA) dice que “la única opción viable para evitarlo es vivir en armonía ecológica con el mundo natural que nos sostiene, y la única forma de vivir de manera sostenible es restaurar los insectos que controlan este mundo natural.”

Un mundo sin insectos es un mundo sin diversidad biológica. No sólo las aves dependen de los insectos, también las arañas, ranas, anfibios, zorros, osos, serpientes de jardín, etc. Si los insectos desaparecieran habría una completa desestabilización del medio ambiente: las plantas con flores se extinguirían, la biosfera se pudriría debido a la pérdida de animales descomponedores y los humanos no sobrevivirían.

Algunas causas de la disminución de insectos son el exceso de pesticidas, la pérdida de hábitat, las plantas ornamentales no nativas, las especies invasoras, las luces de seguridad y el cambio climático. Esas luces que dejamos encendidas en el exterior toda la noche, son dañinas para los insectos porque se agotan volando alrededor y los pájaros o murciélagos se los comen con más facilidad. Se pueden sustituir por un sensor de movimiento o luz LED amarilla (que no les gusta tanto).

Según el Dr. Tallamy, las orugas también son esenciales para el ciclo alimentario por lo que hay que estimular su crecimiento a través del paisaje, añadiendo plantas de las que se alimentan habitualmente. Hay que tener en cuenta que las orugas dominan las dietas de los polluelos en 15 de las 20 familias de aves, y su número se reduce drásticamente cuando hay plantas no autóctonas.


b) Sequías: escasez de agua y minoración de la producción agrícola


El informe sobre los impactos del cambio climático que a finales de febrero de 2022 publicaron los científicos del IPCC, el Grupo Intergubernamental de Expertos de la ONU, indica que casi la mitad de la población mundial, entre 3.300 y 3.600 millones de personas, viven en contextos altamente vulnerables al cambio climático, destacando la acidificación de los océanos y el aumento del nivel del mar, la intensidad de los ciclones tropicales, las lluvias torrenciales y la

sequias. Estas, en particular, ya han aumentado y se prevé que lo sigan haciendo en los próximos años, incluso en todos los escenarios de posibles reducción de emisiones, provocando escasez de agua y la reducción de la producción.


En lo relativo a lo primero, todas las prognosis apuntan a que se agudizará el problema de la escasez de agua en el planeta. Y lo hará tanto más cuanto mayor sea el calentamiento global: si es de 2 grados, de 800 a 3.000 millones de personas en todo el mundo sufrirán escasez de agua crónica, mientras que la cifra subiría a los 4.000 millones de personas en un escenario de 4 grados. En el sur de Europa, más de un tercio de la población sufrirá escasez de agua con 2ºC de calentamiento y el doble si se llega a 3ºC, lo que conllevará un aumento de las pérdidas económicas en los sectores dependientes del agua y la energía.

En cuanto a la agricultura, es ya un hecho la reducción en un 5 por 100 de la productividad de los tres principales cultivos en el mundo: maíz, trigo y arroz. Y en el caso de Europa, por ejemplo, las pérdidas de cosechas debidas a la sequía y al calor extremo se han triplicado en los últimos 50 años, teniendo lugar la mayor parte de estas pérdidas en el sur de Europa, pues las zonas agrícolas más adecuadas se están desplazando hacia el norte. España será uno de los países europeos más amenazados por el calor extremo. Si las emisiones siguen siendo elevadas, las olas de calor extremas que ahora son poco frecuentes y se producen un par de veces cada siglo, ocurrirán todos los años.


A la reducción de uso agrícola se sumará la amenaza de plagas más frecuentes, por ejemplo, de escarabajos de madera en el norte de España.

Junto a todo ello, el número de víctimas mortales anuales asociadas a las

altas temperaturas podría quintuplicarse lo largo de los próximos lustros.


b) El nuevo factor añadido de las tecnologías 5 y sus distorsiones electromagnéticas


5G es el acrónimo para referirse a la última generación de la tecnología empleada en la comunicación entre dispositivos móviles, estando llamada a cambiar por completo el uso de los mismos.


La rápida sucesión de generaciones de conexión a datos móviles

A lo largo de los últimos cuarenta años se han venido sucediendo con gran rapidez diferentes generaciones de conexiones de datos móviles:

+1G, lanzada en 1979, primera generación de redes de telecomunicaciones. +2G, en 1991, permite roaming y otras mejoras digitales.

+2.5G y 2.75G, en 1998, aportaron algunas mejoras a los servicios de datos (GPRS y EDGE).

+3G, lanzada también en 1998, ofreció una mejor experiencia de vídeo online.

+3,5G, en el 2000, proporcionando un Internet realmente móvil.

+4G, la tecnología actual lanzada en 2008, con servicios IP, experiencia rápida de navegación y protocolos unificados.

+4,5G, diferentes mejoras, sobre todo agregando portadoras para más velocidad.

+5G, desde 2020, para conexiones masivas y gran velocidad.


Entre las ventajas que con el 5G se prometen sobresalen estas cinco: mayor velocidad de conexión; menor latencia (suma de retardos temporales dentro de una red producido por la demora en la propagación y transmisión de paquetes dentro de la misma);

elevación de la cobertura de la red casi hasta el 100%; incremento del número de dispositivos conectados ( no solo móviles, sino también electrodomésticos, robots, coches...); y reducción del 90% en el consumo energético, con el consiguiente aumento del tiempo de autonomía de las baterías.

Lo que tendrá grandes impactos sociales y beneficiará sensiblemente a sectores como la industria (las conexiones sin demora permitirán que las máquinas sean capaces de recibir instrucciones de manera instantánea y, por ende, más eficaces), la automoción (los vehículos podrán recibir información en tiempo real, ayudando a los conductores a tomar decisiones y evitar todo tipo de accidentes e imprevistos), el área audiovisual (mejorando la experiencia de inmersión de usuarios y espectadores y abriendo las puertas a experiencias catalogadas hasta ahora como de ciencia-ficción gracias a la realidad aumentada y la realidad mixta) o la medicina (facilitando el estudio de enfermedades y sus causas, el veloz diagnóstico y prevención de las mismas, el tratamiento remoto y en situaciones de emergencia, la interacción médico-paciente,...).

Conjunto de prestaciones que serán factibles en la medida que vaya consolidándose el estándar “Standalone” (SA). Mientras, funciona el “Non Standalone” (NSA), un estándar de transición que no permite operar de manera autónoma en redes 5G, por lo que necesita el apoyo de las infraestructuras del actual: la comunicación entre un móvil o un dispositivo y la antena se hace a través de la red de quinta generación y sus correspondientes bandas, pero para la comunicación posterior entre las antenas se usa la red troncal 4G. En cambio, el estándarStandalone tiene la capacidad de operar de manera autónoma y posibilitará lograr hasta 20 Gbps de velocidad y una latencia de tan solo un milisegundo.

Visto todo lo cual y ante tantas ventajas, ¿por qué se habla tanto de la peligrosidad del 5G? Pues se alega con razón que su implementación se está haciendo por la vía de hecho, con gran celeridad, en un escenario de crisis sanitaria que soslaya el menor debate social al respecto y sin ningún tipo de control sobre los posibles daños para el medio ambiente y la salud de las personas.

No obstante, por importante que sea lo anterior –lo es, sin duda-, el gran peligro que el establecimiento del 5G conlleva es que va acompañado de la puesta en marcha de una gigantesca de red satélites artificiales en torno a la Tierra y de una ingente cantidad de puntos de conexión sobre la faz terrestre, con todo lo que esto puede conllevar.

Para hacerse una idea exacta, conviene empezar recordando que, según

el Índice de Objetos Lanzados al Espacio Exterior, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos del Espacio Exterior (UNOOSA), en 2018 había 4.921 satélites orbitando alrededor de la Tierra. Pues bien, esta cifra se multiplicará espectacularmente con los que entrarán en funcionamiento para asentar el 5G. Así, solo el proyecto Starlink de la compañía Space X,

propiedad del multimillonario Elon Musk, tiene previsto lanzar 42.000 satélites antes de

2030.

La red Starlink: 42.000 satélites orbitando la Tierra y un millón de estaciones base sobre ella.


En 2018, la compañía Space X recibió el permiso oficial de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) del gobierno de los Estados Unidos para lanzar al espacio los primeros 4.425 satélites de la red Starlink, que es como se denomina el proyecto. A partir de ahí, la red empezó a hacerse realidad en 2020.

Su primera fase contempla el lanzamiento de 12.000 satélites, que girarán más cerca de la Tierra que los satélites de comunicaciones tradicionales. Y a ellos se sumarán otros 30.000, que deben estar desplegados antes del 2030.

Los 12.000 satélites iniciales operan en tres órbitas distintas: 1.584 estarán a 550 kilómetros de altura, en 22 planos orbitales distintos; 2.800, a 1.150 kilómetros, en lasbandas Ku (12-18 Ghz) y Ka (26,5-40 GHz)y en órbitas no geoestacionarias (NGSO); y los 7.500 restantes, a 340 kilómetros de altura en la banda V (40-75 GHz) -órbita es conocida como Very-Low Earth Orbit (VLEO)-.

Hasta ahora, los satélites que ofrecen Internet sí están en órbitas geoestacionarias, al igual que los que ofrecen televisión por satélite. Esto quiere decir que siguen la misma velocidad de rotación de la Tierra y están siempre en un mismo punto en el cielo. Los de Starlink se mueven más rápidos que la Tierra y, por ello, es necesario que el receptor esté motorizado y sea capaz de orientar electrónicamente la señal: cada receptor tendrá el tamaño de una caja de pizza y estará motorizado para tener la mejor inclinación para comunicarse, contando, además, con un sistema de antenas en fase, las cuales pueden orientarse electrónicamente sin mover físicamente el dispositivo.

La red de satélites contará con puntos de recepción en la Tierra, y los satélites se comunicarán a su vez entre sí para ir pasándose la información de uno a otro por láser. En total, Space X ha solicitado la instalación de hasta un millón de estaciones base en la Tierra que estarán en permanente comunicación con los satélites.


Por tanto, el objetivo ya en marcha es que decenas de miles de satélites en torno a la Tierra y millones de puntos de conexión (estaciones base, antenas...) sobre su superficie estén en permanente interacción -lo satélites entre sí y todos ellos con los indicados puntos de conexión-, generando una especie de tupida tela de araña electromagnética en la que quedará inserta la Madre Tierra, todas las formas de vidas que cohabitan en ella, y por supuesto, la humanidad.

Ciertamente, este inmenso campo electromagnético de funcionamiento masivo, constante y dinámico originará, inevitablemente, oscilaciones vibratorias y distorsiones electromagnéticas que afectarán al planeta en su conjunto y a su marco climático, a los diferentes reinos de la naturaleza y, por supuesto, a todo el género humano, con las implicaciones que esto pueda tener en la salud (cuerpo físico) y la vitalidad (cuerpo etérico) de las personas.


c) La sexta extinción de la Tierra ha comenzado


Como consecuencia del cambio climático, el riesgo del incremento de la extinción de especies es muy alto: en un escenario de un calentamiento de 1,5ºC, entre el 3 y el 14% de las especies terrestres correrán un riesgo muy alto de extinción; y el peligro será 10 veces mayor con un aumento de 3ºC. Con un calentamiento de 2 ºC en 2100, hasta el 18% de todas las especies terrestres estaría en alto riesgo de extinción.


Es más, según han destacado biólogos de la Universidad de Hawái y el

Muséum National d'Histoire Naturelle de París, el planeta está viviendo ya su sexta extinción masiva si tenemos en cuenta la enorme desaparición de especies de invertebrados. Según los datos recogidos por ambos entes y numerosos expertos y publicados en la revista Biological Reviews, la gran parte de esta extinción sería por culpa de la acción humana.

"Las tasas de extinción de especies aumentaron drásticamente y la disminución de la abundancia de muchas poblaciones de animales y plantas está bien documentada, pero algunos niegan que estos fenómenos equivalgan a una extinción masiva", explica Robert Cowie, autor principal de la investigación. "Esta negación se basa en una visión sesgada de la crisis que se centra en los mamíferos y las aves e ignora a los invertebrados, que por supuesto constituyen la gran mayoría de la biodiversidad", remarca. De hecho, para este investigador y otros científicos, la desaparición de caracoles terrestres, babosas y múltiples géneros de insectos ha sido el principal indicador del inicio de esta nueva extinción masiva.

Los autores de la investigación estiman que desde el año 1500 la Tierra ha perdido entre el 7,5 y el 13% de los dos millones de especies conocidas en el planeta. Esto nos llevaría a cifras realmente desorbitadas y exageradas, con un total de 150.000 y 260.000 especies desaparecidas en los últimos 500 años. Y estaríamos en el inicio.


"Incluir a los invertebrados fue clave para confirmar que efectivamente

estamos presenciando el inicio de la Sexta Extinción Masiva en la historia de la Tierra", ha remarcado Cowie. La extinción no es algo que suceda de la noche a la mañana y se trata de un proceso lento en el que entran en juego múltiples factores. Además, no está sucediendo de la misma manera en todas las partes del mundo. Por ejemplo, las especies terrestres están más amenazadas que las marinas, y hay evidencias que demuestran que las especies y los ecosistemas insulares experimentan peores datos que las continentales; y existen diferencias gigantescas entre plantas y animales, siendo la tasa de extinción de las plantas mucho menor.

"Los humanos son la única especie capaz de manipular la biosfera a gran escala.No somos simplemente otra especie que evoluciona frente a las influencias externas. Por el contrario, somos la única especie que tiene una elección consciente con respecto a nuestro futuro y el de la biodiversidad de la Tierra", advierte Cowie, que también alerta sobre la falta de voluntad política por parte de los gobiernos.

Ante esta prognosis, Elon Musk, al que se ha hecho mención como propietario de la compañía Space y la tela de araña de satélites en torno a la Madre Tierra, afirmó en su perfil de Twitter que existe un "100% de posibilidades" de extinción de la biodiversidad global a menos que los humanos se marchen a otros planetas.


Se ofrecen seguidamente algunos datos para comprender mejor la envergadura del fenómeno en el que nos hallamos inmersos:

+Las poblaciones de mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles se han reducido un 68% desde 1970 (“Índice Planeta Vivo 2020”, WWF).

+Disminución de biomasa de insectos de hasta un 75% en zonas protegidas de Alemania en un estudio de 30 años (Hallman et al, 2017). Similares resultados se han observado en Puerto Rico.

+Tala desmesurada de bosque nativo, sustitución por monocultivos como palmeras para producción de aceite. Reducción de 9.7% de la cubierta arbórea mundial desde el año 2.000.

+Degradación de suelo fértil, acrecentado por el uso de pesticidas y fertilizantes agroquímicos.

+Pérdida de biodiversidad en océanos por sobrepesca, desaparición de 67% de grandes peces depredadores desde el siglo pasado (Christensen et al., 2014).

Habría muchos más ejemplos a añadir. Este deterioro de ecosistemas se ve acrecentado por la subida de temperaturas y fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático, lo que añade un estrés aún mayor a estos entornos naturales. Esto lo estamos viendo año tras año en:

+Terribles incendios en Australia relacionados con grandes sequias.

+Incendios imparables y descontrolados en zonas salvajes del bosque boreal en Canadá y Alaska, debidos también a sequias prolongadas.

+Incendios en la tundra ártica, fenómeno casi sin precedentes.

+Mortandad de millones de pinos en Norteamérica por infestación de escarabajo del pino.

+Acidificación de los océanos, debido a aumento de CO2 en sus aguas.

+Desaparición de corales y alteración en la cadena trófica marina. Pérdida de oxígeno marino.

+Repentina mortandad de saigas (antílope estepario asiático) en 2015, hasta un 60% de la población mundial. Debido a infección por Pasteurella multocida y vinculado al cambio climático.

+Desplazamiento hacia el norte de hábitats de diferentes especies por calentamiento de hábitats originales, como ocurre con las cinco especies del salmón del Pacífico.

+Alteración en los caudales de ríos y estiajes más acusados, muy notable en la mayoría de ríos españoles.

De nuevo, este breve listado sirve a modo de ejemplo, no se pretende hacer una enumeración exhaustiva. Lo que es importante destacar es la interrelación que hay entre el clima y el entorno natural que nos rodea, del que somos una parte integrante, y dependiente del mismo. Parece que el ser humano se ha desvinculado tanto del mundo natural, que ha perdido de vista su dependencia total de los servicios ecosistémicos que este nos proporciona para el mantenimiento de la vida en el planeta.


Porcentaje en peso de vertebrados terrestres, hace 10.000 años y hoy. Fuente: populationmatters.org


5. ¿SE PUEDE HACER ALGO ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO EN MARCHA? Y SI FUERA POSIBLE, ¿POR QUÉ NO SE HACE NADA?

5.1. Punto de no retorno y tensiones que se acentúan como las relacionadas con la energía.


Los efectos del cambio climático sobre la salud, la economía y la sociedad serán cada vez más fuertes y evidentes. Y son muchos los científicos que aseguran que se está llegando, si no se ha llegado ya, al punto de no retorno o irreversibilidad.

Además, a un escenario tan tremendo se añaden asuntos que no son nuevos, pero que están adquiriendo ya una dimensión casi explosiva. Por ejemplo, la energía. Un tema en el que existe la extendida opinión de que hasta 2030 se mantendrá el juego tripartito de las energías fósiles, las nucleares de fisión y las renovables, aunque las actuales centrales térmicas (fósiles y nucleares de fisión) tienen fecha de caducidad. Y a partir de ese año se supone que irá apareciendo en escena, con fuerza creciente, la energía de “fusión” nuclear, aunque no se cree que esté en condiciones de tomar el relevo a las actuales centrales nucleares y de gas hasta 2040-2045.

Y en este marco, que debería ser abordado en un clima de consenso institucional y social, surgen en cambio, cómo no, fuertes tensiones internacionales desde el convencimiento de que quienes, en los próximos lustros, controlen las energías dominarán el mundo. A partir de lo cual, se apremian las fases experimentales del reactor ITER europeo (Tokamac) -de tecnología rusa-, del “Stellarator” americano, instalado en la Universidad de Princeton, y de las iniciativas que China también está fomentando de modo más o menos velado. Todo ello en un contexto de competencia y recelos en aumento al considerar que el que cruce 2030 con ventaja competitiva tiene el camino abierto.

Con este telón de fondo, las grandes corporaciones transnacionales –entre ellas las llamadas “siete hermanas petroleras”- actúan en el presente desde la idea de que quien tenga el monopolio o el oligopolio de la fusión nuclear será el amo del mundo, generando nuevos conflictos económicos, sociales y, desde luego, medioambientales.


5.2. ¿Por qué tanta indolencia?


Lo cierto es que pasan los años y se habla mucho, pero no se hace nada. ¿Por qué tanta indolencia? Esta pregunta que ha de formularse y responderse a dos niveles:

+De una parte, el micro: ¿qué hago yo, qué hace tú...? Una cuestión que se plasma en nuestro estilo de vida, hábitos de consumo, alimentación, medios de transporte que utilizamos, la gestión de los residuos que originamos, la forma de relacionarlos con los demás seres vivos y la naturaleza, el modo de mirar a la Vida en todas sus modalidades y manifestación, etcétera. Y es sumamente importante cada paso que demos en nuestro día a día, por pequeño que pueda parecer, para vivir en sintonía con la Madre Tierra y con nuestro propio hábitat de supervivencia. Cada acción, por pequeña que sea, tiene un gran valor... Hay que tomar consciencia y actuar en consecuencia.


Qué puedo hacer yo: algunos ejemplos


+Reciclar,

+Usar energía renovable cuando se pueda.

+Limitar el uso de coches y aviones.

+Hacer un consumo responsable, aplicable a todo lo que se puede comprar. Todo producto manufacturado tiene una huella de carbono. En esta sociedad de consumo se compran muchas cosas que realmente no se usan. Un consumo racional y responsable definitivamente reduce nuestro impacto. Medida aplicable también a un consumo responsable de energía.

+Evitar el consumo de carnes y productos lácteos -debido al alto impacto en emisiones que tiene la ganadería intensiva, además de someter a los animales a todo tipo de atrocidades en las explotaciones ganaderas que son auténticos campos de concentración- y adoptar una dieta vegetariana o vegana, que además tienen grandes beneficios en la salud. Esta medida también reduciría el impacto ambiental que este sistema productivo tiene, entre otras razones, por la gran cantidad de suelo que requiere para cultivar cereales para consumo animal.


La ingesta masiva de carne y la dieta regenerativa


La ingesta masiva de carne (aparte del daño que generamos a los animales) es difícil de sostener a nivel de recursos. Para criar a un animal se necesita un exceso de espacio, comida y energía; pero si nos alimentáramos principalmente de plantas (que incluso se puede desarrollar en interiores o con sistemas hidropónicos sustentables), esa necesidad de recursos decrecería sustancialmente, dejaríamos de dañar a otras formas de vida y ayudaríamos a la regeneración. Se llama la dieta regenerativa, y con ella estaríamos apoyando una agricultura regenerativa. Tenemos que ver qué tipo de agricultura estamos apoyando con nuestra forma de alimentación.


+Y de otra, el macro: ¿qué hacen los gobiernos, instituciones oficiales y organismos internacionales? Es obvio que nada realmente efectivo, más allá de discursos, declaraciones de intenciones y “cumbres climáticas” periódicas con las que fingir atención y preocupación ante lo que sucede...

Valga de muestra un botón reciente: los representantes de los 175 países que han participado en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA, sus siglas en inglés), clausurada el 2 de marzo de 2002 en Nairobi (Kenia), abordaron, entre otros temas, la creciente contaminación por plásticos de mares y océanos. Siendo un asunto tan importante y urgente y que, además, ya ha sido tratado en Asambleas previas y sobre el que desde hace años se hacen declaraciones y se desarrollan negociaciones, ¿qué medidas adoptaron? Pues algo tan “innovador” y “extraordinario” como la constitución de un “comité intergubernamental” que comience a elaborar un “tratado internacional jurídicamente vinculante contra ña contaminación de plásticos” cuyo texto base debería estar redactado ¡a finales de 2024! Y todo ello para que, a partir de ahí, dicho texto empiece un largo proceso de discusión y ratificación de los países.

Es un buen ejemplo de cómo los tiempos institucionales –y la voluntad política que los impulsa- nada tienen que ver con los propios de un cambio climático que avanza de manera acelerada.


Se podrían hacer cosas, pero no se hacen


+Reforestación: La reforestación a gran escala es una magnífica manera de acercarnos a este propósito. Si además se hace bajo criterios ambientales y no puramente económicos, se logra recuperar ecosistemas degradados y devolverles su funcionalidad original, consiguiendo así almacenar una mayor cantidad de CO2 (se ha visto que los bosques naturales almacenan hasta 40 veces más carbono que las plantaciones de árboles). Es importante ser consciente de que, en el momento histórico en el que vivimos cada árbol cuenta y los gobiernos deben tomar parte activa en proyectos de forestación nacionales teniendo entre sus objetivos la recuperación de ecosistemas funcionales.

+Recuperación de suelos fértiles y vivos: Como ya se ha apuntado, un suelo fértil almacena una cantidad ingente de carbono. Desgraciadamente, la práctica de la agricultura moderna industrial, totalmente dependiente de pesticidas y herbicidas químicos, ha hecho que la casi totalidad de los suelos agrícolas estén desprovistos de vida, con lo que su capacidad para almacenar CO2 está muy reducida. Es por esto, que esta agricultura es totalmente dependiente del aporte continuo de fertilizantes agroquímicos externos. Sin embargo, tímidamente, empieza a cobrar fuerza la denominada “agricultura regenerativa”, cuyo principal objetivo es la recuperación de suelos fértiles y vivos a través de prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Estos suelos recuperados vuelven a almacenar grandes cantidades de CO2 que se extrae de la atmósfera.

+Bioenergía con captura y almacenamiento de carbono. Consiste en extraer CO2 de la atmósfera por medio de plantaciones de árboles, para luego producir energía al quemarlos, capturando y almacenando el CO2 liberado en el proceso.

+Captura de carbono y almacenamiento. Se basa en extraer CO2 en el lugar de producción del mismo, como centrales térmicas o industrias variadas. Una vez extraído se inyecta en el subsuelo donde la idea es que se almacene ahí para siempre. Tiene un coste añadido al proceso industrial. En la actualidad solo se hace en 21 sitios en todo el planeta.

+Captura directa del aire. Consiste en extraer directamente CO2 del aire por medio de procesos químicos o físicos. Y luego es almacenado de una manera segura, como puede ser bajo tierra.

+Fertilización de océanos con hierro: Esta práctica se basa en aumentar la cantidad de hierro disponible en las zonas superficiales del océano (zona fotosintética). El hierro es un elemento poco abundante en el océano y su escasez supone un factor limitante para el crecimiento de fitoplancton marino. Este incremento en hierro disponible favorece un aumento de fitoplancton, que a través de la fotosíntesis retira CO2. Parte de este nuevo fitoplancton es incorporado a la cadena trófica marina, y parte se hunde al suelo marino donde allí queda almacenado para siempre. Ha habido varios proyectos de este tipo, no libres de controversia, ya que los efectos secundarios a medio y largo plazo en el ecosistema marino no están totalmente comprendidos. Algunos países como Alemania han prohibido esta práctica.

Todas estas tecnologías tienen sus ventajas e inconvenientes en cuanto a eficiencia y costes y, a fecha de hoy, los porcentajes de CO2 que puede extraer de la atmósfera son muy pequeños. Lo que no se puede perder de vista es que todo este esfuerzo tecnológico, si se acometiera, debería de ir acompañado de un plan serio de reducción de emisiones a nivel global. De nada sirve extraer un pequeño porcentaje de CO2 de la atmósfera si cada año aumenta la cantidad de toneladas emitidas.

El ejemplo de las plantas nativas


Nos encontramos paseando por una ciudad en una bonita calle llena de árboles, una delicia para la vista, pero quizá no sabemos que es un paisaje desértico biológicamente puesto que no se han seleccionado las plantas adecuadamente. Es importante entender la importancia de usar plantas nativas, en lugar de plantas no-nativas porque de lo contrario tendremos paisajes con escaso número de aves, mariposas u otros polinizadores. Algunas aves viven en esos bellos árboles no-nativos porque se alimentan de la basura o comen lombrices, pero normalmente necesitan salir de la ciudad para reproducirse. Este tipo de ecosistemas no sustentan a la naturaleza, ni a nosotros. Por lo tanto, para crear un paisaje “vivo” es esencial el uso de plantas nativas y el conocimiento de su interconexión con la biodiversidad que le rodea. Por ejemplo, si plantamos girasoles, atraeremos una media de 13 especies de abejas nativas.

No es la presencia de plantas introducidas, es la ausencia de plantas nativas lo que destruye los ecosistemas. Debemos hacerlo en nuestros propios jardines. Por ejemplo, no seleccionar plantas sólo por su valor ornamental, sino también por su papel ecológico. Nuestro paisaje debe sustentar la vida, secuestrar carbono, limpiar y administrar el agua, y apoyar a los polinizadores. Necesitamos polinizadores porque el 80% de todas las plantas y el 90% de las angiospermas (plantas con flores) son polinizadas por estos animalitos.

Una importante razón para elegir plantas nativas es porque el 5% de éstas produce el 75% de los alimentos esenciales que impulsan las redes alimentarias. El debate no es entre plantas nativas versus plantas no nativas, sino plantas ecológicamente productivas versus plantas ecológicamente destructivas. Los árboles no nativos de USA como Gingko no atraen ninguna oruga pero, por ejemplo, el Prunus nativo acoge 340 especies diferentes de orugas.

No tenemos que salvar toda la biodiversidad, pero podemos trabajar en la biodiversidad que nos rodea. Todos los lugares tienen importancia ecológica, incluido nuestros jardines o balcones si vivimos en la ciudad.


Capacidad regenerativa de la tierra, erosión masiva y nocivas prácticas agrícolas


Algunos de los principales fallos cometidos por el ser humano han sido por ejemplo drenar acuíferos; introducir especies de plantas de otros continentes que en la mayoría se convierten en invasoras; construir demasiadas carreteras, aeropuertos, zonas residenciales, etc.; así como el tratamiento que se le da a la tierra y la forma de cultivo imperante.

Por la capacidad que tiene la tierra de secuestrar gran cantidad de gases de efecto invernadero podría ser lo que estabilice el clima, restaure nuestras reservas de agua dulce y alimente al mundo. Un suelo saludable crea plantas saludables, animales saludables, humanos saludables, agua saludable y un clima saludable.

Hay un problema de erosión masiva. La rápida erosión comenzó cuando los humanos inventaron el arado, cuyo objetivo eran “romper” el suelo para sembrar semillas. La erosión es la transformación del suelo cultivable en tierra muerta. La idea es poner las semillas en la tierra sin necesidad de labrarla.

Hay un claro ejemplo del perjuicio que causa el exceso de arado en la tierra, y ocurrió en la década de los años 30 del siglo pasado en EE.UU: “The Dust Bowl” (como el cuenco de polvo). Hubo una fuerte sequía en el Medio Oeste y las Grandes Llanuras del Sur de EE.UU. (que incluye los Estados de Oklahoma, Texas, Arkansas, Kansas y Missouri) en 1930, y en 1931 aparecieron en el cielo enormes tormentas de polvo llamadas “black blizzards” (como ventiscas negras) que se repitieron durante prácticamente toda la década.

Estas nubes de polvo que repentinamente oscurecían el cielo, en ocasiones duraban días. El polvo se abría paso a través de las grietas de las casas, acumulándose en la piel, los muebles, e incluso los alimentos. Algunas personas desarrollaron “dust pneumonia” (como neumonía por polvo) o dificultad para respirar, e incluso muchos fallecieron. Entre 1935 y 1939, alrededor de 350.000 personas abandonaron sus casas para ir a otros estados. A fines de 1934, aproximadamente 200 millones de acres (81 millones de hectáreas cultivables) de tierras de cultivo sufrieron daños permanentes.

Este es un claro ejemplo de la influencia en el medio ambiente de procesos naturales junto con la actividad del hombre, puesto que fue causado por una fuerte sequía cíclica y por la sed de ganancias de unos agricultores que araron excesivamente la tierra.


Sobre la culpabilización del CO2, la agricultura industrial y la agricultura regenerativa


Actualmente hay una tendencia a culpar al carbono de todo, pero en realidad es el motor que impulsa el sistema natural y es la base de la vida en la Tierra. El dióxido de carbono es un gas, y las plantas tienen la capacidad de absorberlo para transformarlo en oxígeno y expulsarlo de nuevo a la atmósfera. Además, el 40% de ese combustible de carbono lo envían a sus raíces, filtrándolo para los microorganismos del suelo, que a su vez proporcionan a las plantas los nutrientes minerales que éstas necesitan. Por lo tanto, el suelo tiene la capacidad única de secuestrar dióxido de carbono de la atmósfera.

Los suelos sometidos a la agricultura química convencional están casi completamente desprovistos de microorganismos. Cuanto más se labra la tierra cultivable más débil se vuelve, y los agricultores suplen estas deficiencias usando más productos químicos. Es el círculo vicioso de la agricultura industrial. El origen de esta agricultura industrial se remonta a un científico alemán llamado Fritz Haber, que inventó un proceso para hacer fertilizante nitrogenado sintético que aumentó la producción de alimentos. También inventó los pesticidas, y el veneno utilizado en las cámaras de gas de los campos de concentración del Holocausto. Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, las compañías químicas estadounidenses trajeron estos productos a Estados Unidos y los agricultores comenzaron a usarlo para obtener buenas cosechas, sin preocuparse por la salud de los suelos (ni de la nuestra).

Hoy en día los fertilizantes enmascaran un suelo degradado y los cultivos se modifican genéticamente para resistir los pesticidas. Por ejemplo, los cultivos de maíz se rocían con glifosato que puede causar cáncer (incluso cánceres pediátricos y defectos de nacimiento).

Todo esto está interconectado con el clima: se está produciendo una desertificación (alrededor de 2/3 del mundo se está desertificando) porque cuando el suelo está seco hay más evaporación, y necesitamos mayormente transpiración (que como sabes es la pérdida de agua en forma de vapor que se produce en las plantas). Cuando la humedad sale a través de la planta, aumenta la humedad por lo que aumenta la lluvia. Podemos solucionar muchos de nuestros problemas climáticos si llevamos el CO2 a una planta viva y lo devolvemos al suelo donde pertenece. La tecnología de captura de carbono más poderosa es la fotosíntesis de las plantas y los microorganismos de los suelos. Por eso, una importante solución es trabajar en la regeneración.

La agricultura regenerativa consiste fundamentalmente en: no arar el suelo, diversificar los cultivos (no centrarse en monocultivos), usar abono verde, e integrar a los animales en la naturaleza (no tenerlos encerrados en lugares para engordar). Además, la agricultura regenerativa trae beneficios económicos a largo plazo para los agricultores, lo que supondría dejar de depender de la “caridad” de los subsidios que les da el Estado.

Las tierras pobres crean gente pobre, y es la causa de muchos problemas sociales, además de mayores inundaciones y sequías. Debido a que los suelos se están convirtiendo en polvo, cada año 40 millones de personas son expulsadas de sus tierras. Para 2.050, se estima que 1.000 millones de personas serán refugiados de la desertificación del suelo.

Se calcula que la mitad de la tierra fértil del plantea es ahora tierra de cultivo. Para regenerar la biodiversidad y permitir que la vida silvestre renazca, debemos reducir los espacios de cultivo. Debemos regenerar los bosques, que son centros de biodiversidad, y detener la deforestación. Se calcula que la mitad de las selvas tropicales del mundo, han sido ya despojadas de todos sus árboles. El beneficio es doble: vender la madera, y aprovechar la tierra que queda libre para el cultivo. Si regeneráramos los bosques y plantáramos árboles nativos, estos absorberían 2/3 de las emisiones de carbono expulsados hasta la fecha en la atmósfera.

Un ejemplo claro de la capacidad de regeneración de la naturaleza es Chernobyl.

Tras 30 años del desastre nuclear, el bosque ha resurgido en la ciudad de forma natural y han aparecido todo tipo de animales salvajes.


Formas alternativas de relacionarse con la naturaleza


Debemos considerar que hay formas alternativas de relacionarse con la naturaleza, como nos mostró Masanobu Fukuoka, que fue un microbiólogo japonés nacido en 1913. Es autor de libros como “La Revolución de una Brizna de Paja” y “La Senda natural del Cultivo”. Trabajó como inspector de aduanas agrícolas, y en 1937 fue hospitalizado por una severa neumonía. Mientras se recuperaba, tuvo una profunda experiencia espiritual que transformó su visión del mundo llevándole a cuestionarse toda la ciencia agrícola "occidental" moderna. Seguidamente, renunció a su puesto como científico investigador y regresó a la granja de su familia en el sur de Japón, donde desarrolló lo que llamó la “agricultura natural” (precursora de la actualmente conocida como Permacultura) y el "método Fukuoka".

Los principios básicos de su método desarrollan la filosofía del no-hacer (Wu- Wei), o intervenir mínimamente en los procesos naturales para conseguir que la fuerza propia de la naturaleza potencie los resultados en condiciones óptimas de salud y vitalidad. Este método consiste básicamente en: observar la naturaleza, reproducir sus procesos naturales, no arar, no usar abonos ni fertilizantes, no eliminar malas hierbas ni usar pesticidas, no podar (dejar a las plantas seguir su curso natural), y sembrar mediante bolas de arcilla (que son bolitas de barro y semillas que se deshacen con la lluvia; así evitaba que los pájaros se comieran las semillas o que éstas se pudrieran antes de germinar).

¿Por qué esta desidia e indolencia de los poderes públicos ante un cambio climático que no es solo cada vez más evidente, sino que es probablemente ha franqueado ya la frontera del no retorno?: el sistema socioeconómico vigente marcha como si fuera en bicicleta, por lo que, si se para, se cae, se derrumba. Y las medidas efectivas para terminar con esta guerra el planeta exigen ineludiblemente que el sistema se detenga y se resetee. Es el escenario indispensable para acometer una profunda reformulación de todo lo que conlleva: economía, tecnologías, paradigmas y pautas de vida, entramado institucional.... Pero esto es algo a lo que no están dispuestos los que dirigen el sistema y lo rentabilizan cotidianamente en términos personales y en beneficio de sus gigantescas redes de interés creados.

Es más, rizando el rizo de la manipulación, en la que son avezados especialistas, el objetivo que persiguen es darle la vuelta al calcetín del sentido común. Es decir, que en la medida que los impactos del cambio climático sean más visibles y contundentes, que lo van a ser, en lugar de ser acicates para promover la toma de consciencia de la gente sobre la necesidad de una profunda transformación personal y colectiva, sirvan solo para cuatro cosas:

+Generar más miedo, inseguridad e incertidumbre para aplicar al asunto la consabida estrategia que la doctrina del shock describe magistralmente.

+Confundir aún más la opinión pública colocando la responsabilidad –total o parcial- del cambio climático en el asunto que a ellos les pueda interesar en su estrategia de dominio. Por ejemplo, como ya en parte viene sucediendo, poner solo en la diana el CO2 para obviar todo lo demás.

+En el culmen de la tergiversación de los hechos y en aludido contexto de crear confusión, culpar a la Madre Tierra de todos los efectos de un cambio climático en el que un sistema socioeconómico demente e inconsciente tienen gran responsabilidad, fomentando así un alejamiento y una confrontación todavía mayor con la naturaleza, el planeta y la Vida.

+Y en el contexto de esta deriva consciencial, proponer incluso como soluciones una seria de actuaciones que, lejos de ir a la raíz del asunto, se dirigen a mitigar algunos de sus efectos incrementando la tensión y el conflicto con la naturaleza. Por ejemplo, el intento de controlar el clima.


La loca carrera por controlar artificialmente el clima


Los ideólogos de la misma fueron el investigador Bernard Vonnegut y el premio nobel de Química, Irving Langmuir, que en los años 40 del pasado siglo descubrieron una especia de receta mágica: inyectar yoduro de plata en las nubes para estimular la precipitación.Y el escenario que marca hoy día el calentamiento global, con altas temperaturas y falta de precipitaciones en algunos lugares del mundo, ha hecho proliferar todo tipo de

megaproyectos para conseguir controlar el clima mediante distintos métodos.

La siembra de nubes con yoduro de plata es ya obligatoria. En Australia, incluso, esta cuestión está recogida en una ley. Y China va mucho más allá y tiene la firme intención firme de controlar el clima manipulando las nubes, la lluvia, la nieve y el granizo. Y lo quiere hacer a una escala por medio gran plan estratégico con el que espera que el programa de “siembra de nubes” esté completando en 2025 para un 56% de su territorio, es decir, sobre una superficie de unos cinco millones de kilómetros cuadrados, casi diez veces la extensión de España.

Ante estos proyectos de casi ciencia ficción, muchos se preguntan, incluso dentro de una comunidad científica cada vez más proclive a desentenderse cuestiones relativas a la consciencia, dónde está el límite y cuándo la ciencia debe de frenar para dar paso a la ética. Así,

María del Carmen Llasat, catedrática de Física de la Atmósfera de la Universidad de Barcelona y experta en este tipo de tecnologías considera las mismas "un arma muy peligrosa", añadiendo que “en un entorno de cambio climático, ponerse a jugar con el tiempo es peligroso", pudiendo igualmente llegar a plantear cambios en los mapas de producción del mundo y nuevos problemas geopolíticos. En su lugar, aboga por buscar soluciones sostenibles, como mejorar el riego, el transporte de agua -donde se pierde gran cantidad de ella-

o el estado de tuberías y canalizaciones.


Manipulación climática mediante técnicas de geoingeniería


Atendiendo a las conclusiones alcanzadas por Ma Pilar Victoria de las Heras en su excelente trabajo de investigación sobre este asunto, cabe subrayar lo siguiente:

  1. Los métodos de control del clima son conocidos hoy día como técnicas de geoingeniería. Mediante las mismas, se viene intentado controlar el medio que le rodea, siendo el ámbito militar el que más ha impulsado la investigación y experimentación al respecto, permitiendo un avance vertiginoso. Ceñidas en un principio a cuestiones de estrategia y dominio sobre las fuerzas enemigas y fundadas en la necesidad de disponer de ventajas sobre el contrario, teniendo la capacidad de control, no ha sido hasta un presente más o menos inmediato cuando se han mostrado como técnicas aplicables a la mitigación de los efectos del cambio climático, en una esfera de actuación civil. A partir de ahí, hay pruebas rotundas de que tales técnicas se están aplicando en la actualidad.

  2. Son grandes y claros los inconvenientes de llevar adelante determinados planes de aplicación de estas técnicas de geoingeniería, dado el nivel de incertidumbre que plantean sus consecuencias; las repercusiones en los órdenes físico, químico, sanitario, moral, político, económico, de justicia... Cabe añadir que el nivel de previsión de sus efectos es escaso, no permitiendo una estimación de posibles soluciones al eventual fracaso de su aplicación.

c) A través del análisis de la normativa existente actualmente, se pone de manifiesto que el Derecho se ha ocupado de la cuestión de manera irregular, transversal e insuficientemente. Se hace necesario abordar definitivamente desde una perspectiva jurídica la cuestión de las técnicas de geoingeniería, cubrir los vacíos legales, y establecer el marco normativo que proteja los derechos de la ciudadanía.

d) Analizado el conflicto existente entre la Ley Natural y la manipulación antropogénica, se pone de manifiesto la incursión desproporcionada del ser humano en los ciclos vitales del planeta. No se trata de conceptualizar el desarrollo sostenible, sino de aplicarlo verdaderamente en nuestra relación con la Tierra. Resulta presuntuoso poder esquilmar de cualquier modo las materias primas tan valiosas para el mantenimiento de la vida y pretender subsanarlo tarde, mal y en muchos de los casos, aplicando soluciones que parecen ser más perjudiciales que la propia causa. La soberbia humana no puede imperar a cualquier precio, no podemos dejar en manos de los arbitrarios intereses económicos la salud medioambiental. Hasta que el ser humano no comprenda que su propia pervivencia depende de la pervivencia del medio, no se habrá establecido la adecuada prelación de intereses. Se hace imperativo un diálogo desde la perspectiva moral como grupo humano, en colectividad, que actúe desde el más alto grado de conciencia. La Historia nos demuestra que el hecho de disponer de la tecnología y medios para implementar realizar determinadas acciones, no siempre va acompañado de la potestad para hacerlo; o no se realiza de acuerdo a la moral que ordena las acciones en el sentido del bien. La propia dignidad del ser humano unida a la inteligencia de la que está dotado lo convierte en el máximo garante, en base a su responsabilidad, de la propia especie humana, de todas las demás, así como de la Tierra.

e) Deberá el ser humano tener en cuenta la realidad que le circunda, y a través del derecho que permite ordenar el comportamiento humano para el fin último de la justicia, aplicar la moral que ha de subyacer a toda legislación en la recta aplicación de la misma. Si esta se basa en dar a cada uno lo suyo, deberá proporcionarse la justa defensa del derecho que corresponde a cada ser humano, fundamentado en el compromiso de los Estados de hacer de ello una premisa real, que no quede en papel mojado: el derecho a un medio ambiente sano, derecho a la información y consulta, a la defensa de la vida, a la preservación del medio, para las generaciones presentes y futuras. Un reto que obliga a salir de la zona de confort en la que solemos conformarnos con los datos que de un lado u otro nos llegan, aceptando el pensamiento que mejor se adapte a nuestra idiosincrasia. No caben mentes conformistas que no se planteen más allá de lo aparentemente cierto.

Fuente: Ma Pilar Victoria de las Heras. Manipulación climática mediante técnicas de geoingeniería (Estudio Grado de Derecho. Facultad de Ciencias Jurídicas y de la Empresa de la UCAM. Murcia, 2017).


6. REFLEXIÓN FINAL


¿Por qué hemos llegado hasta aquí?; ¿qué lecciones hemos de aprender y qué oportunidades se nos presentan a partir de ahora?


El cambio climático nos sitúa en un escenario de inseguridad e incertidumbre –ese que tanto gusta a la élite dominante para hacer a la gente más vulnerable y manipulable- sin precedentes. El entorno físico que nos rodea está cambiando muy rápidamente y ello pone en solfa el estilo de vida que como sociedad hemos disfrutado en los últimos siglos. Su resolución es compleja y afecta a los ámbitos más importantes de nuestra civilización: económico, político, social y medioambiental.

Ante la pregunta de cómo hemos llegado hasta aquí, está claro que la situación climática y ambiental actual es el resultado de un sistema socioeconómico y político-institucional que no persigue el bien común, sino la defensa de los objetivos e intereses, egóicos, egocéntricos y espiritualmente involutivos, de una exigua minoría. Sus inclinaciones y obras nada tienen que ver con la Reverencia por la Vida, en expresión de Albert Schweitzer, Premio Nobel de la Paz en 1952, y son radicalmente contrarias a la armonía con la Madre Tierra y la calidad y el cuidado del medio ambiente.


Covid y cambio climático: un mismo patrón


El patrón con que se afronta el cambio climático es muy similar al del Covid: culpar al “irresponsable” ser humano de lo que está ocurriendo (que por supuesto necesita acometer cambios en sus hábitos para no seguir empeorando la situación) y, así, distraer a la llamada opinión pública de la existencia de un feroz lobby alimentario y de unas políticas agrarias que benefician principalmente a las grandes multinacionales (similar caso del lobby farmacéutico en el asunto Covid).

Esto está favoreciendo una agricultura basada en la sobreexplotación del suelo, para tratar de conseguir cultivos a una velocidad sólo posible con productos químicos perjudiciales para nuestra salud.

Pareciera que todo está interconectado, y ese “matrimonio” lobby alimentario/lobby farmacéutico, se vio claro con la compra en 2016 por parte de la compañía farmacéutica líder Bayer del gigante del agronegocio Monsanto. Controvertido asunto el de su herbicida Roundup, uno de los más vendidos del mundo, que contiene glifosato (declarado un “posible carcinógeno humano” por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer) y por el que la multinacional ha tenido que hacer frente a 125.000 demandas y pagar 10.000 millones en multas. Bayer niega cualquier delito, pero llegó a un acuerdo de pago con los demandantes “para acabar con la incertidumbre". Probablemente para poder seguir vendiéndolo y no llegar al fondo del asunto...


La desconexión que como sociedad tenemos con el entorno natural es abrumadora y devastadora a la vez. Nos hemos desvinculado tanto del mundo natural que hasta se nos ha olvidado que somos parte de él y que dependemos absolutamente de los servicios que nos presta para el mantenimiento de la vida en el planeta. En lo más profundo del problema, podemos identificar que todo esto es el resultado de una tremenda desconexión con nosotros mismos a nivel íntimo y transcendente. Nos hemos acostumbrado a vivir hacia afuera, a meternos en una rueda sin fin de consumo y apariencia. Le hemos dado gran importancia a cosas que no la tienen, hemos puesto toda nuestra energía en lo banal y se nos ha olvidado lo que realmente es importante. Rotundamente, todo lo expuesto en las páginas precedentes es el resultado de haber “matado a Dios” –el destierro y expulsión, individual y colectivo, de cualquier idea o noción de transcendencia- y, a partir de ahí, de una crisis de valores y de identidad. Es el resultado de no saber quiénes somos realmente, porque hace mucho tiempo que dejamos de mirar hacia adentro y nos hemos perdido afuera.

Y expulsada la Espiritualidad y la trascendencia de nuestras vidas y de la sociedad, ¿qué queda? Pues un uniformismo materialista disfrazado de teóricas opciones personales tan vanas como inconsistentes; y una globalización que arrasa los principios y fundamentos relevantes y extiende y asienta los falsos valores del rebaño... Lo que acerca a la condición de “suicidas” a los seres humanos que caen en esta insensata dinámica, puesto que, al matar a Dios, lo hacen, igualmente, con la divinidad que atesoran en su Esencia y, por lo mismo, a su verdadero ser y auténtica naturaleza. Nietzsche les dio el apelativo de “los últimos hombres”: hombres y mujeres pusilánimes que, expuestos a los caprichos del mercado y renunciando a lo espiritual, profesan la religión de la indolencia y la comodidad; que dan la espalda a los ideales transformadores y desafiantes; que se encadenan a la apariencia y se olvidan de la esencia; que se esconden en la tímida mediocridad como única forma de supervivencia; que subliman sus preocupaciones narcisistas, tribales y triviales para disimular la hosquedad y poquedad de su día a día; que se auto-engañan en la autocomplacencia; que se dicen a sí mismos que son felices y se sumergen en un falaz “sentirse bien” en medio de la insoportable miseria vital en la que han convertido su cotidianeidad; que miran una estrella -el potencial de una vida desplegada en plenitud y consciencia- y no tienen deseo alguna de perseguirla, solo parpadean y, entre parpadeo y parpadeo, se les va la vida... Un mundo asustado ante sí mismo; miedoso ante la vida y temeroso ante la muerte; receloso ante los valores superiores, mientras celebra lo mundano; desconfiando ante la grandeza de miras y el criterio propio...

Como recuerda Gastón Soublette, cuando una sociedad se aferra a lo material, va lentamente degradándose, sin que la gente se dé cuenta: la vida se va haciendo cada vez más compleja y el ser humano cae hacia afuera y pierde su interioridad. Los valores fundamentales dejan de estar vigentes, se habla de ellos, pero no existen de verdad. Y al perder los valores, se pierde el respeto hacia uno mismo y el amor al prójimo, viviendo en una parcela cada más mediocre y miserable. Se empobrece la vida del individuo, su visión del mundo, y se le convierte en una especia de autómata que reacciona instintivamente ante los impulsos externos (miedo, inseguridad, incertidumbre, objetivos materiales...) que de manera programa se le van haciendo llegar. Todo queda reducido a la lógica de los negocios y la especulación, lo social pierde fuelle ante lo tecnocrático e impera una visión estrictamente economicista-tecnológica. Con el pretexto de alcanzar el bienestar por medio de lo material –otras de las grandes falacias ahrimánicas-, se consigue exactamente lo contrario: ya no hay agua, ni aire... estamos cayendo en un infierno.


Ha llegado el momento de volver a integrar la Vida y la naturaleza en nuestra vida, de meterla en la ecuación y tenerla presente como sociedad en todas nuestras acciones, como si fuera un miembro más de la familia. Esta vez nos urge, no nos queda otra, ya que nuestra supervivencia como especie está en juego. No así la supervivencia del planeta, que ya ha vivido extinciones masivas y glaciaciones, pero al final y con tiempo, con mucho tiempo, la vida siempre se abre camino y resurge en todo su esplendor.

El cambio climático nos está trayendo ya múltiples desafíos que se irán acentuando en el corto y medio plazo. Estos nos dan la oportunidad de ser conscientes de lo que realmente tiene importancia y lo que no, y de qué tipo de vida, personal y social, queremos y elegimos. Ante lo que, para concluir, se traen aquí unas profundas palabras del mencionado Albert Schweitzer, que compartió como principio fundamental de una ética viable y sostenible: “Respetar la inmensidad sin fin de la Vida (...) Respetar todo lo que vive (...) Sentir compasión hacia todo lo que vive: he aquí donde radica el principio y fundamento de toda ética. Quien un día haya realizado esta experiencia, no dejará de repetirla; quien haya tenido esa toma de consciencia una vez, ya no podrá ignorarla jamás. Este es un ser transcendente que lleva en su interior el fundamento de su ética, porque la ha adquirido por propio convencimiento, porque la siente y no la puede perder. Pero aquellos que no han adquirido esta convicción, no tienen más que una ética añadida, aprendida, sin afianzamiento interior, que no les pertenece y de la que fácilmente, según las conveniencias del momento, pueden prescindir. Lo trágico es que, durante siglos, la humanidad sólo ha aprendido éticas de conveniencia, que cuando hay que ponerlas a prueba no resisten: son éticas no sentidas. El resultado es la grosería, la ignorancia, la falta de corazón... Y, no lo dudemos, esto es así porque todavía no es general la posesión de la base de toda ética: el sentimiento solidario hacia toda vida, el respeto total a la Vida”.


Emilio Carrillo. Marzo 2022.




ENCUENTRO MENSUAL CON EMILIO CARRILLO Abril 2022

Jueves 7 y 21

PRÁCTICAS SENCILLAS PARA SERENAR TU MUNDO EMOCIONAL Y MENTAL CON EL FIN DE DESARROLLAR LA CONSCIENCIA

PRÁCTICAS BÁSICAS

+DE VIDA SENCILLA (15) +PARA SOSEGAR TU MUNDO EMOCIONAL (7) +PARA CALMAR TU MENTE (14) +DE DESIDENTIFICACIÓN CON EL PEQUEÑO YO (11)

PRÁCTICAS DE VIDA SENCILLA

1. Otro ritmo de vida: dejar atrás la vida complicada, culto a la velocidad, acumular, competir, dominar...

2. Elogio de la lentitud. 3. Libera espacios en tu agenda y aprende el arte de no hacer nada.

4. Introduce ella momentos y prácticas de pausa, respiración consciente y silencio.

5. Modera tus hábitos de consumo, no acumules ni atesores y aligera tus pertenencias: <<Necesito poco; y lo poco que necesito, necesito poco>> (Francisco de Asís).

6. Comparte lo que te sobra.

7. Da valor a las cosas que no tienen precio.

8. Evita el endeudamiento.

9. Sal de la desnaturalización: la Naturaleza como maestra y la Reverencia por la Vida

10. Y de la deshumanización. 11. Escucha a tu cuerpo. 12. Obsérvate y escúchate a ti mismo: los susurros y los gritos del alma. 13. Sé libre: la libertad es la ausencia de miedos. 14. Tirar la balanza del juicio desde la Confianza en la Vida y la Aceptación. 15. Practica la Acción Consciente

PRÁCTICAS PARA SOSEGAR TU MUNDO EMOCIONAL

1. Tus deseos: podar los de baja gama y potenciar los de alta gama.

2. Tempestades y borrascas emocionales.

3. ¿Qué hacer ante una tempestad emocional?: duelo (tiempo, acompañamiento y escucha) y apoyo externo experto.

4. ¿Qué hacer ante las borrascas emocionales?

5. Los “consejos” de vida (no codicies, no mientas, no causes dolor...) de las tradiciones espirituales (“mandamientos”, “paramitas”, “yama-niyama”...).

7. Práctica de la nariz vertical y la mirada horizontal: Auto-observación, toma de consciencia y aceptación / Tener una “estrella polar” que te sirva de referente.

PRÁCTICAS PARA CALMAR TU MENTE

1. No es verdad que sea normal tener una voz en la cabeza que habla sin parar. 2. No es verdad que lo que somos y nuestros pensamientos son lo mismo. 3. No es verdad que exista el pasado. 4. Los errores: la comprensión consciente de su papel en tu vida.

5. No es verdad que exista el futuro.

6. No es verdad que vivamos en el presente.

7. Saca la basura de tu cabeza. La basura es cualquier cosa que te distraiga de lo único que realmente importa: este momento, aquí-ahora, Cuando por fin puedas vivir el presente te sorprenderá todo lo que puedes hacer y lo bien que lo haces.

8. Práctica del aquí-ahora: ¿Dónde estás?: Aquí. ¿Qué hora es?: Ahora. ¿Qué eres?: Este momento.

9. Tienes que aprender a elegir tus pensamientos tal como se escoge la ropa cada día. Y esa es una habilidad que se cultiva.

10. No es verdad que siempre haya algo que va mal. 11. Cesa de pensar “acerca de” y de utilizar al otro y lo otro como pantalla. 12. No rechaces los “sapos” y las “noches oscuras”.

13. Ante cualquier experiencia –placer, dolor, alegría, tristeza, entusiasmo, depresión, serenidad, ira, salud, enfermedad...–, estate con ella.

14. Cuando mires, mira; cuando toques, toca; cuando comas, come; cuando camines, camina; cuando hagas el amor, haz el amor...

PRÁCTICAS DE DESIDENTIFICACIÓN CON EL PEQUEÑO YO

1. Comportamientos reactivos y sistema de creencias.

2. Obsesión por el “qué”, en lugar de centrarnos en “cómo” se vive el “qué”.

3. Las cosas tienen que ser cómo yo quiero, cuando yo quiero, dónde yo quiero.

4. No te enfades ni te enojes... y no intentes dominar, ni controlar, ni llevar razón.

5. Creer que los problemas existen, en vez de darte cuenta de que son experiencias-oportunidades.

6. Dudas pasivas (paralizantes), en lugar de dudas activas (impulsoras). 7. Recordar y ejercitar los dones y talentos. 8. No engancharte a las experiencias, por gratas o espirituales que parezcan.

9. Quedarte en los sucedáneos: experiencias en el coche (prácticas físicas, emocionales o mentales, estados alterados de consciencia...) que simulen de algún modo lo que se vive en realidad cuando empezamos a vivir como lo que somos. Utilízalas para equilibrar tus estados de ánimo, pero no te quedes ahí.

10. Transcender los círculos de compasión egocéntricos y tribales: Compasión Universal.

11. Alinéate con el Sentido de la vida (Tao): solo hallarás el sentido de tu vida cuando encuentres el sentido de la Vida.


Emilio Carrillo. Abril 2022.


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